El Atlético Nacional de Medellín, del mediocampista venezolano Alejandro “Lobo” Guerra, pasó de la ilusión a la frustración en su debut en el Mundial de Clubes, tras perder 3-0 contra el anfitrión japonés Kashima Antlers y quedar apartado de la posibilidad de jugar la gran final del torneo que agrupa a los mejores clubes del planeta.
El resultado final supuso una auténtica sorpresa dentro de un certamen el cual el club colombiano partía como claro favorito para llegar a la final, debido a sus superlativos resultados en Copa Libertadores, Copa Sudamericana y la liga de su país, frente a un elenco nipón de pocos nombres resonantes, pero que en el terreno de juego hizo valer su efectividad y su disciplina táctica para llevarse el triunfo con un marcador amplio.
Mientras el elenco de Medellín, flamante campeón de la Copa Libertadores y finalista de la Copa Sudamericana, manejó la pelota en gran parte del partido, sin poder traducir su dominio en goles, el cuadro de casa transformó sus escasas ocasiones en al área rival para inclinar la balanza de su lado, dentro de un juego que tuvo una escena para la historia, al usarse por vez primera el recurso del video para revisar una jugada dudosa dentro del área, que en principio no había sido sentenciada como penalti por el principal, pero luego fue sentenciada como pena máxima al observar la acción en un monitor que estaba a un costado de la cancha.
Shoma Doi convirtió el disparo tras el agarrón y zancadilla de un defensor colombiano a un rival en la zona prohibida para darle la ventaja al Kashima al minuto 33, mientras que Yasushi Endo y Yuma Suzuki clavaron la estocada a los verdolaga al 83 y 85 respectivamente.
En una decisión que levantó polémica entre la crítica especializada del vecino país, el vinotinto Guerra no apareció en el once abridor, sino que ingresó al campo en el segundo tiempo, fracción 63, con la tarea de rescatar el juego y la eficacia de un club que hasta entonces lucía intrascendente, pero le faltó tiempo para desplegar su calidad. A juicio de varios periodistas cafeteros, el venezolano, nominado a mejor jugador de la Copa Libertadores, debía estar desde el vamos, por su capacidad para generar juego, pase gol, además de tener buen remate.
Así las cosas, Guerra no pudo emular los pasos del guayanés Jeffren Suárez, primer criollo en participar en una cita mundial de equipos, al intervenir en la edición de 2009 con el Barcelona, a la postre acreedor del máximo galardón.
“No fuimos contundentes. Al que no hace, le hacen”, resumió el caraqueño como clave del partido, al ofrecer declaraciones a la prensa colombiana.
El técnico del Atlético Nacional agregó que “el principal error nuestro fue el exceso de confianza, el no haber concretado y ser eficaces”.
La otra semifinal se juega este jueves entre el gran favorito, Real Madrid, y el América de México. El perdedor de este encuentro será el próximo rival del conjunto colombiano y de Guerra, en el duelo consuelo por el tercer lugar, el domingo a las tres de la mañana, hora de Venezuela.
