Una reacción inesperada en medio de un robo le costó la vida a José Gregorio Suárez Pérez (43), quien era sargento segundo del Ejército, destacado en la Brigada Paracaidista de Fuerte Tiuna en Caracas.
Su hijo de 17 años de edad y su ahijado de 16 años, estaban en las afueras de la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda. El jovencito con sus ojos rojos, caminaba de un lado a otro, en sus manos tenía una cartera negra y entre sus dedos le daba vueltas a un collar de piedras blancas, perteneciente a su padre, señalando que el hecho ocurrió a las 10:20 de la mañana en la avenida Las Turas del sector I de la urbanización Patarata, ubicada al este de la ciudad.
Efectivo corrió
El adolescente cuenta que salieron de su residencia ubicada en la calle Manuel Rosso del sector 4 de la Ruezga Norte y se fueron hasta Patarata a una esquina para esperar el Ruta 7 que los llevara al centro de la ciudad, donde su padre le compraría unos zapatos para estas navidades.
En el trayecto recordó que su padre hizo uso del teléfono, pero en el momento que llegaron a la parada ya lo tenía guardado. Observó que una motocicleta venía despacio y el parrillero sacó un arma de fuego, era un revólver.
El delincuente sorprendió al militar y a los dos jóvenes, le pidió al hombre que le entregara el teléfono, los tres levantaron sus manos. “Ya va, ya va” decía el funcionario a la misma vez que echó a correr.
“Yo estaba impactado, nosotros seguíamos con las manos en alto y mi papá corrió, en eso el hombre disparó y arrancaron. Nosotros corrimos, lo alcanzamos”, cuenta el adolescente mientras continúa dándole vueltas al collar de su padre. “Hijo corre, corre, me dijo mi papá y se comenzó agarrar el brazo, pero corrió como cuadra y media y allí se desplomó en el piso”, seguía contando el adolescente.
Prosigue la historia indicando que se quedó paralizado ante lo que pasaba y fue su amigo de 16 años quien le dijo que debían pedir auxilio, los vecinos de la zona gritaban que los ayudaran, un joven en una moto se detuvo pero indicaba que si lo montaba se caía. El hijo detuvo un vehículo rojo, pero le negaron la ayuda, alegando que esperaban a una dama que estaba en delicado estado de salud y dicho vehículo continuó su marcha.
En vista que nadie prestaba ayuda, el motorizado le ordenó al adolescente que se montara con su padre en la moto y así lo hizo, se lo llevó mal herido hasta la sede de Protección Civil, en dicho lugar sacaron una ambulancia y de inmediato lo trasladaron a la emergencia del Hospital Central.
En el camino Suárez Pérez llevaba sus ojos abierto, trataba de hablar y decirle algo a su hijo quien le llevaba la mano agarrada, pero las palabras nunca salieron y al ser ingresado al centro asistencial llegó sin signos vitales. Le quitaron todas sus pertenencias y fue cuando el jovencito agarró la cartera y el collar de su padre. Los doctores trataban de reanimarlo, pero no hubo nada que hacer. El militar presentó una herida en la parte interna del brazo izquierdo y ese mismo proyectil le salió y le dio en la región axilar, convirtiéndose en una herida mortal.
Fueron llegando
El adolescente quedó solo afuera de emergencia, al poco rato llegó su madre y demás seres queridos quienes rompieron en llanto al saber la noticia.
Leila de Suárez, comentó que hace dos meses su esposo estaba de vacaciones y tenía previsto pasar las navidades con ellos, pues aún no le habían dado fecha de regreso.
Relató que era padre de siete hijos, los últimos cuatro de matrimonios, todos menores de edad.
Explicó que el señor pagó servicio años atrás, se retiró del Ejército y fue llamado posteriormente para retornar al componente porque formó parte del contingente que participó en el 4 de Febrero, ingresando con el rango de sargento segundo y ahora destacado en Fuerte Tiuna.
Andaban en una moto
Al preguntarle al muchacho si habría visto a los delincuentes, manifestó que él no le presto mucha atención a los sujetos, pues todo el hecho fue muy rápido, pero los residentes de la zona quienes no quisieron identificarse indican que la motocicleta en la que se trasladaban los hampones era una Empire roja, describieron al parrillero como un hombre de baja estatura y moreno, quien vestía una franela blanca.
A la misma vez denunciaron que esta zona es bastante desolada y constantemente los transeúntes son víctimas de robo a mano armada. Aprovecharon la ocasión para exigir mayor seguridad por la zona.