La renovación de autoridades electorales se convirtió en el nuevo episodio de la lucha de poderes en Venezuela: mientras el Tribunal Supremo ratificó y juramentó el miércoles a dos rectoras, el Parlamento -de mayoría opositora- evalúa hacer su propia designación más tarde.
Las rectoras Socorro Hernández y Tania D’Amelio, cuyos mandatos vencían y a las que la oposición acusa de servir al chavismo, habían sido ratificadas en sus puestos por la máxima instancia de justicia horas después de que el Parlamento desobedeciera la prohibición del alto tribunal de reanudar el juicio sobre la «responsabilidad política» del presidente Nicolás Maduro en la grave crisis del país.
«Tras un estudio minucioso, cuidadoso de las circunstancias (…) la sala decidió tomar la medida necesaria para suplir la omisión en la que había incurrido la Asamblea Nacional», que además está «imposibilitada» de designar a los rectores por estar «en desacato», dijo la presidenta del tribunal, Gladys Gutiérrez, en el acto protocolario de juramentación.
Entretanto, la Asamblea Nacional mantenía su agenda del día, en la que figura la designación de rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), un poder al que la oposición acusa de servir al chavismo y en el que sólo uno de sus cinco rectores es afín a ella.
La rocambolesca situación constata la compleja crisis política desde que la oposición ganó las elecciones parlamentarias hace un año y tomó el control de la Asamblea Nacional.
Aunque la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tenía la esperanza de ejercer su contrapoder frente al gobierno de Nicolás Maduro, las acciones del Legislativo quedaron prácticamente en papel mojado después de que el Tribunal Supremo de Justicia lo considerara en «desacato», poco después de tomar funciones en enero.
La juramentación de tres diputados del estado indígena de Amazonas, cuya elección fue suspendida por el Alto Tribunal por un supuesto fraude denunciado por el oficialismo, fue el motivo de esa declaración. Esos tres diputados completaban la poderosa mayoría calificada de 112 legisladores (dos terceras partes) opositores.
¿Doble designación de rectores?
Fuentes de la MUD dijeron a la AFP que la alianza «está discutiendo distintas estrategias» para responder a la decisión del Tribunal Supremo, pero la que predomina es «designar a los rectores».
Para nombrarlos, se necesita el voto de las dos terceras partes, los 112 diputados que la MUD tiene con los tres legisladores de Amazonas.
Esos parlamentarios pidieron su desvinculación el pasado 15 de noviembre, como parte de los acuerdos del congelado diálogo del gobierno y la oposición, que inició a finales de octubre, a instancias del Vaticano y la Unasur, tras la suspensión del referendo revocatorio contra Maduro.
Pero el TSJ considera que su salida tenía que ser votada por el pleno de la Asamblea para levantar la situación de «desacato».
Sin embargo, la oposición argumenta que al haber desincorporado a esos tres legisladores, las dos terceras partes para nombrar a los rectores pasan a ser 109 parlamentarios.
Interrogantes
Se lleve adelante o no esa votación, la descarnada guerra de poderes en Venezuela abre muchas interrogantes.
«El mensaje es que el Supremo es una voz del Ejecutivo que funciona al margen de sus propias leyes y sustituye a la Asamblea. El gobierno se aferra al poder que tiene, sin ninguna lógica», dijo a la AFP la analista Colette Capriles.
Sin embargo, «es interesante que el gobierno no ha abandonado la Asamblea. Su presencia la valida políticamente», agregó.
Tras la suspensión del referendo revocatorio de Maduro -que el CNE congeló por denuncias de fraude del chavismo- y cuestionada por su participación en el proceso de diálogo con el gobierno la oposición venezolana se encuentra maniatada.
Sin haber logrado consensuar con el oficialismo una salida electoral a la crisis, el sociólogo político Francisco Coello cree que lo que le queda a la MUD es redoblar su «capacidad organizativa y política para responder a través de los medios de comunicación, a través de manifestaciones de calle».
Mientras la actualidad política sacaba humo, Maduro se encontraba en Cuba para celebrar el aniversario Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
