Quienes trabajan o diariamente deben transitar por el tramo sur de la avenida Venezuela, en las inmediaciones del centro comercial Sambil, ven con preocupación que desde hace más de dos meses en el lugar existe una fuga de aguas blancas a la espera de que Hidrolara la elimine.
Debido a la rotura, aparentemente de una unión, las 24 horas de cada día se pierden miles de litros del líquido vital que podrían estar calmando la sed a unas cuantas familias en Barquisimeto.
“Nosotros estamos cansados de llamar a Hidrolara para que venga a tapar ese bote pero lo único que nos dicen es que mañana vienen, pero ese mañana se ha prolongado por más de dos meses.
En algunas horas del día se incrementa la cantidad de agua que corre hasta la alcantarilla diagonal a la bomba de gasolina de la intersección con la Argimiro Bracamonte, aumentando el caudal de lo que se ha convertido en un verdadero río.
El problema también afecta a quienes deben caminar por la acera sur de la avenida pues no falta el conductor que pasa a toda velocidad sobre el agua, bañando a las personas.
Hasta los agentes de policía del puesto cercano están sufriendo por el problema.