Las condiciones del país impiden que cualquier esfuerzo se concrete. Semanas atrás, el sector papero (agrícola y agroindustrial) de Venezuela, juntó esfuerzos para importar a dólar libre semilla de papa desde Canadá, en las variedades kennedy, granola y atlantic, tras permisología del Gobierno.
No obstante, el alza en la tasa paralela sacó a las asociaciones de productores del juego, por lo que la semilla, que aún se espera en el país, podría llegar a mediados de enero, pero ésta no sería para alimento humano sino de uso industrial. No es sino hasta 29 de diciembre cuando un buque se embarcará hacia Venezuela, lo que igualmente representa un importante retraso.
Así lo informó Aldemaro Ortega, presidente de la Federación Nacional de Productores de Papa y Hortalizas de Venezuela (Fenaohort), quien detalló que se espera que la semilla llegue al país para el 12 de enero de 2017. Sin embargo, no serán las más de 1.500 toneladas que se esperaban semanas atrás.
Sólo importarán 1.000 toneladas de la variedad atlantick de uso industrial, que no se suman a la producción para alimento. Su uso será para fabricación de snaks, ya que ha sido la agroindustria (Pepsico y Munchis) la única con posibilidades de asumir los costos a dólar libre. Lara y la región andina dejarán de recibir el resto de las mochilas de la variedad granola y kennedy.
Paperos del país evalúan como opción migrar hacia rubros como las oleaginosas, cultivo más inmediato y con menos costos, hasta tanto no hayan condiciones apropiadas de producción, lo que podría representar la desaparición de la papa del plato venezolano. “La caraota es el Plan B de los paperos”, comentó Ortega. Con esta imposibilidad, 7.000 productores de papa dejarían de sembrar más de 10.000 hectáreas.
Números sin rentabilidad
El precio internacional promedio del saco de semillas de papa sería de $22, lo que multiplicado al valor del dólar libre, de aproximadamente Bs. 4.000, representaría una inversión de más de Bs. 80.000, por saco, sin sumar los gastos de traslados, nacionalización y demás requerimientos como insumos y mano de obra, para el trabajo en la tierra.
Enmanuel Escalona, director de hortalizas para la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), sostiene que de sembrarse esta semilla, el kilogramo de papa podría costar Bs. 8.000, lo que también representa un costo sumamente elevado para el consumidor.
Escalona, por su parte, se refiere al valor del saco importado de semilla de papa, sobre los Bs. 180.000 aproximados.
-De todas maneras, no es rentable llevar una papa tan cara al mercado. Esto significa que desaparecerá el rubro de la mesa criolla.
El director de Fedeagro subrayó que el sector advirtió a principio de año sobre esta caída productiva, pero el Gobierno no reaccionó. Ante la falta de inversión, los resultados son desalentadores.
Es de destacar que durante el primer trimestre del año el sector conoció que no llegaría la semilla de papa al país, por lo que sostuvieron varias reuniones con el Gobierno nacional, pero los requerimientos no fueron atendidos.
De no haber una corrección, en 2017 se producirán 45 mil toneladas de papa, lo que representaría 1.4 kilogramos per cápita.
Acotó que al igual que la papa, estarían en condición crítica los cultivos de tomate, cebolla, zanahoria y pimentón.
El director de Fedeagro destacó que, para resolver el problema con semilleristas nacionales para rubros distintos a la papa, el Gobierno podría cancelarles la deuda, la cual es mucho menor a la que sostiene con proveedores internacionales, a fin de dar respiro al campo.
Proponen que el Estado, durante el ciclo norte-verano, negocie internacionalmente semillas, fertilizantes y otros, para el ciclo invierno, el más importante.
