“Si no nos mandan los camiones con el gas que necesitamos para preparar la comida, tenemos que salir a protestar con las bombonas vacías y si nos van a poner presas, pues seremos muchas las que iremos presas”.
De esa forma, tajante, expuso una ama de casa su posición luego de la advertencia del general (Div) José Rafael Torrealba, jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) de que serán detenidos quienes participen en protestas en la vía pública con sus bombonas para el gas doméstico.
La advertencia no impidió que a primera hora de la mañana del viernes un grupo de vecinos del casco histórico de Barquisimeto tomara, con los cilindros vacíos, la carrera 17, esquina calle 23, diagonal a la plaza Lara.
Jennifer Medina, una de las damas, dijo que 300 familias de la zona están afectadas por la falta del combustible hogareño.
¿Y no temen ser arrestadas por manifestar?
Uno teme, pero es que si no salimos a la calle no nos paran; no sé qué harán con nosotros porque no vemos solución a este problema, precisó.
Durante más de una hora el grupo mantuvo cerrada la carrera 17, hasta la llegada de una comisión de la Policía de Lara cuyos integrantes les convencieron de la necesidad de levantar la protesta para evitarles problemas mayores.
Ildemar Santeliz, por su parte, dijo que les habían prometido venderles algunas bombonas, si quedaban, de un camión que supuestamente había llegado para abastecer la parte baja.
Santeliz también tenía conocimiento de la advertencia del general Torrealba de arrestar a quienes cierren vías para reclamar el gas.
“Pase lo que pase estamos obligados a seguir protestando porque al gobierno no se le ven intenciones de solucionar este problema”, indicó.
Y como precaución, luego del diálogo con los Polilara, los manifestantes se retiraron a la plaza Lara, esperando algunas bombonas, pero advirtiendo que seguirán saliendo si no hay solución.
Mientras eso ocurría en la parte alta del casco histórico, debajo, en el serctor San Martín, otro grupo esperaba pacientemente un camión cargado con cilindros que debía llegar durante la mañana.
En el sector habitan más de 200 familias, todas con el mismo problema.
“Por ahora no tenemos intención de tomar La Ribereña porque nos prometieron para esta mañana el gas que estamos esperando desde hace un mes”, manifestó una de las mujeres.
El grupo permanecía fuera de la avenida, pero no tenía miedo a la amenaza de ser detenidos si protestaban ingresando a ella.