En el marco de su Feria del Libro del Oeste de Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, me invita a conversar con estudiantes y profesores con motivo del 235º Aniversario del nacimiento del erudito caraqueño cuya obra, vista desde hoy, es un portento del estudio, la inteligencia, la disciplina de trabajo y la comprensión de la realidad.
“El que lo supo todo”, llamó a Bello Cecilio Acosta, el sabio modesto de San Diego de los Altos. Veintiséis tomos recogen su obra escrita en Filosofía y Literatura, Gramática y Filología Castellana, Derecho y Administración, Historia y Geografía, Educación y oratoria parlamentaria, Cosmografía y otros textos de divulgación científica.
Bello no se conformó con investigar y pensar. Aparte de escritor, como ensayista, poeta y traductor, fue periodista, educador, funcionario hacendístico, diplomático y parlamentario.
En sus Estudios sobre Andrés Bello, el maestro Pedro Grases nos ofrece una bibliografía sumaria sobre nuestro erudito compatriota. Se incluyen cinco antologías de su obra, por el colombiano Arciniegas de 1946, el mexicano Méndez Plancarte de 1943, los chilenos Orrego Vicuña de 1945 y Silva Castro de 1965, y el mismo Grases, venezolano nacido en Cataluña, de 1948.
Once referencias bibliográficas. Referidas por temas, diez biografías, cuarenta y cuatro monografías biográficas, diez ediciones misceláneas, treinta y un libros sobre poesía, seis de filosofía, treinta y nueve de filología, nueve sobre educación, cinco sobre administración pública y legislación, veinticinco de temas jurídicos más ocho de Derecho Internacional, siete de historia, seis de periodismo, cinco de ciencias y veinticinco libros clasificables como de ideario, para un total de doscientos treinta y ocho títulos hasta su Bicentenario en 1981.
Al conocimiento y valoración de este compatriota, latinoamericano y universal, contribuyó aquí grandemente el jesuita Pedro Pablo Barnola, segundo rector de la UCAB y a quien se atribuye la principal iniciativa para bautizarla con el nombre del humanista. Sus Estudios sobre Bello, han sido publicados por la misma universidad, a propósito de cumplirse en 2008 el centenario de haber nacido este noble maestro, a quien recuerdo haber conocido personalmente en el Liceo Lisandro Alvarado, cuando por iniciativa de antiguos alumnos suyos de primaria en el Colegio Javier, pusimos su nombre a nuestro Círculo Literario. Creo que promotores de la idea fueron Munir Yebaile y Oscar Bernal. Acertaron, como lo haría un año más tarde Freddy Castillo Castellanos, al proponer a Rafael Cadenas como nuestro padrino de promoción de Humanidades. Dos lujos inolvidables en nuestro paso por la querida calle de la carrera 15, donde tuve también la fortuna de dos estupendas profesoras de Literatura en Rosa María Castillo y Tarcila Viloria.
Bello es un orgullo venezolano y un ejemplo para los universitarios de estos tiempos de crisis. De Barnola, quien también lo merece, les hablaré otro día.