Con listón dorado acostumbra el Club Pomar a sellar cada año. Por eso, 2016 lo despidieron la noche de este miércoles desde el Hotel Trinitarias Suites con el Brindis de Navidad, un evento donde se halagaron los sentidos de los consecuentes afiliados barquisimetanos ofreciéndoles los mejores vinos tintos y espumosos de Bodegas Pomar.
Para la velada en la ciudad crepuscular se seleccionaron los clásicos Vino Tinto Pomar Reserva 2014 y el espumoso Edición Especial.
El primero, fue elaborado al estilo europeo con la variedad de uvas petit verdot, syrah y tempranillo, cosechadas durante un período de condiciones climáticas excepcionales, explicó el enólogo asesor de Bodegas Pomar, Guillermo Vargas. El repunte de exquisitez lo alcanzó con un año de añejamiento en barricas nuevas de roble y otros 365 días en botellas.
Para el espumoso, las cepas chenin blanc y malvoisie y dos años de añejamiento en botella. El resultado, un vino blanco digno de despertar los sentidos en el inicio de una noche de luz tenue y armonizada con las piezas de la agrupación Percujazz.
Haciéndole honor al casamiento entre el vino y la gastronomía el Brindis de Navidad fue también una explosión para los paladares o un “viaje por los sabores decembrinos”, como lo describió el miembro del movimiento culinario Venezuela Gastronómica y recién galardonado con el Premio Don Armando Scannone, Humberto Arrieti, el chef artífice del menú.
En armonía con la época todo lo que pasó por las mesas de los invitados fueron creaciones con dos claves plenamente identificables: entremeses navideños preparados con productos venezolanos. De modo que los invitados pudieron degustar, entre otros placeres, una versión original de trufas hechas con cuajada caroreña y frutos secos, sándwich de pernil, pastelitos andinos, arepitas dulces y torta negra.
En continuo crecimiento
Para el Club Pomar formado desde hace siete años en Barquisimeto y con extensiones en Valencia, Caracas, Maracaibo y Carora el crecimiento ha sido continuo, al modo de ver de la coordinadora de eventos de Pomar, Rosángela Hernández.
En 2016, como en anteriores, se mantuvo la constancia de los participantes e incorporación de nuevos miembros interesados en aprender sobre la cultura del vino y disfrutar de las actividades como las tres cenas organizadas durante el año, la Vuelta por Venezuela, visitas guiadas y los cursos de iniciación, cata y de la armonía vino-gastronomía.
Para el período vecino, Hernández guarda buena expectativas: “Queremos mantenernos, seguir creciendo y dándole oportunidades a las personas interesadas en disfrutar del vino”.