Luego de permanecer encadenados en la sede de la Nunciatura Apostólica de Caracas por más de 48 horas, el diputado a la Asamblea Nacional, Rosmit Mantilla y la madre de Geraldin Moreno (+), Rosa Orozco, levantaron la protesta pacífica y sentenciaron que durante el proceso de diálogo, el Gobierno nacional “agudizó la tortura contra los presos políticos venezolanos”, por lo que reiteraron que el diálogo en Venezuela no existe.
Mantilla, destacó que “es inaceptable pensar que tenemos que esperar hasta el 13 de enero para ver resultados. Este diálogo trajo más hambre y más torturas contra quienes piensan distinto. Nosotros nos levantamos de esta huelga, pero nos unimos a la lucha con los padres y familiares de los presos políticos que están en El Helicoide”.
Así mismo denunció que el también diputado electo, Renzo Prieto, junto a Vilca Fernández, Ángel Contreras y otros presos políticos, encarcelados en El Helicoide, fueron torturados por iniciar una huelga de hambre como protesta para pedir su libertad. “Ayer recibimos información de que mis hermanos que están en El Helicoide haciendo huelga de hambre, fueron amarrados de manos y pies, mordidos y vejados sin razón alguna por 10 efectivos del SEBIN. A las mujeres que también están haciendo huelgo de hambre, las desnudaron y las llevaron a una celda de castigo”.
El diputado hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo y a la Fiscalía General de la República para que permitan que la Cruz Roja verifique su estado de salud y se garantice la integridad física de los presos políticos en huelga. “Ellos piden que la Cruz Roja los vea, que verifiquen su situación. Yo sé lo que se vive en esa cárcel, todos los días que estuve preso fui víctima de tortura física y psicológica. La tortura es la forma más eficiente que usa Nicolás Maduro para conseguir declaraciones forzadas de todos los presos políticos. Por eso, nuestra lucha es por la vida y por la libertad de todos”, agregó Mantilla.
Rosa Orozco, quien representa la voz de los silenciados por la represión durante las protestas del 2014, aseguró que “hoy reiteramos que el diálogo no existe. Venezuela no puede esperar hasta el 13 de enero, las familias de los presos políticos no pueden esperar porque son muchachos inocentes, sin juicio, sin pruebas. Por eso nosotros seguiremos en la calle, en protesta pacífica como lo manda la constitución venezolana”.
