La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana, emitió este martes un comunicado público en el cual repudian los hechos ocurridos en la región de Barlovento, estado Miranda, en los cuales se detuvo a un grupo de jóvenes por efectivos militares, el 15 de octubre pasado, encontrándose sus cadáveres el 28 de noviembre en una fosa común.
Aseguran que todos estos actos punibles, son consecuencia directa de las denominadas Operaciones para la Liberación y Protección del Pueblo (OLP).
«Repudiamos la manera en que se llevan a cabo las Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP) en el país, operativos de seguridad pública realizados de manera indiscriminada, y en los cuales las autoridades del Estado no han cumplido sus deberes de prevenir violaciones a los derechos humanos y respetarlos», sentencian. Entre las violaciones los prelados puntualizan que no se respeta el derecho a la vida, la integridad personal, la libertad personal, el debido proceso y a la inviolabilidad del hogar doméstico.
Critican además la actitud «soberbia y sorda» de las autoridades del Estado, quienes se han negado y se niegan a acatar la jurisprudencia internacional, los actos de órganos internacionales de protección de los DDHH y las recomendaciones de las organizaciones no gubernamentales para el respeto y la garantía de todos los DDHH de todas las personas.
Igualmente, advierten sobre la disminución progresiva de la institucionalidad Estatal, lo que a su juicio ha generado desequilibrios en la convivencia ciudadana.
Los obispos indican además que existe una entronización de un lenguaje belicista, agresivo y discriminador, «que justifica la negación de la dignidad humana de todas las personas y legitima la práctica permanente de la violencia como medio para la solución de los problemas que afectan a la sociedad».
Ante estos argumentos, la Comisión de Justicia y Paz de la CEV exigió al Gobierno nacional la garantía de los Derechos Fundamentales para todos los ciudadanos de nuestro país para que no se repitan hechos tan graves como los ocurridos.
La CEV manifestó su solidaridad con los familiares de los 12 jóvenes asesinados, «por quienes oramos insistentemente a Dios, para que les dé fortaleza y consuelo en estos momentos de dolor y que permita una Justicia pronta y efectiva, que no dé lugar a la impunidad».