Los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos fallaron el martes de forma unánime a favor de Samsung en su disputa por patentes con Apple sobre el diseño del iPhone.
La corte sostuvo que no se puede obligar a Samsung a pagar las ganancias obtenidas de los 11 modelos de teléfonos porque las características en litigio son apenas una pequeña parte de los artefactos.
Según la sentencia previa, Samsung debía pagar a Apple 399 millones de dólares por copiar partes del diseño patentado del iPhone. El caso regresa a una corte inferior para que decida cuánto debe pagar Samsung.
El caso forma parte de una serie de disputas entre los rivales tecnológicos que comenzó en 2011. Apple acusó a Samsung de duplicar aspectos característicos de los iPhone que están patentados: la pantalla plana, la forma rectangular con esquinas redondeadas y la disposición de los íconos en la pantalla.
Queda por determinar cuánto debe pagar Samsung para compensar a Apple bajo una ley de 1887 que obliga a los violadores de patentes a pagar el «beneficio total». Apple dice que eso significa todas las ganancias de la venta de teléfonos, mientras que Samsung argumenta que se limita a las ganancias relacionadas con los componentes específicos que copió.
La jueza Sonia Sotomayor escribió en la sentencia a nombre de la corte que la ley no requiere pagar daños basados en el producto íntegro sino que puede limitarse a un componente del producto. La sentencia revocó un fallo de una corte de apelaciones en Washington según el cual Apple tenía derecho a todos los beneficios.
Sin embargo, el máximo tribunal se negó a establecer una prueba específica para la forma en que deben calcularse tales indemnizaciones por daños. Sotomayor dijo que hacerlo no era necesario, así que los jueces delegaron el tema a los tribunales inferiores para que lo resuelvan.
Samsung había argumentado que la compensación que debía pagar restó importancia al hecho de que sus teléfonos contienen más de 200.000 otras patentes que Apple no posee. Apple dijo que el veredicto era justo porque el éxito del iPhone estaba directamente ligado a su aspecto distintivo.