La página Los escenarios del país que cada lunes aparece publicada en la A8 arribó a su segundo aniversario. La ocasión resultó propicia para recibir a tres de los cinco protagonistas de esta sección, los politólogos Ingrid Jiménez Monsalve y Piero Trepiccione y el economista Gerardo Álvarez, quienes compartieron con José Ángel Ocanto, jefe de Redacción y Juan Manuel Carmona, director de este medio impreso, el impacto de esta iniciativa editorial que también se nutre de los análisis que realizan Rubén Orlando Noguera y Juan José Pérez Sánchez, especialistas en materia económica.
Además de las satisfacciones propias del aniversario, los entrevistados adelantaron detalles sobre la situación política, económica y social del país de cara al año 2017, que destacaron, no será distinto a 2016 ya que un giro económico solo es posible si ocurre un cambio político, en ese sentido, la crisis se agudizaría, por lo cual el primer trimestre del año será sumamente difícil.
Álvarez expresó que 2016 fue el año de peor desenvolvimiento económico en toda la historia de Venezuela.
“No ha habido un año más oscuro y más aciago en materia económica que 2016. Y podríamos estar peor. La inflación promedio en este último trimestre es del 30 % mensual, es decir, del 1 % diario. Todos los días los bienes aumentan de precio pero ojo, hay un elemento especulativo muy importante, el caso más evidente es el dólar. En los últimos meses ha habido escasez, desabastecimiento, inflación, déficit fiscal, aumento de la liquidez monetaria, aumento del gasto público, etc. Los tres primeros meses de 2017 no serán distintos. El Gobierno disminuyó las importaciones al máximo, de 52 mil millones a 16 mil millones”.
A juicio del profesor universitario el Gobierno ha incurrido en un default selectivo.
Por otra parte, apuntó que la producción de petróleo cayó 273 mil barriles diarios, por lo que es muy difícil pretender que en el primer trimestre de 2017 la situación pudiera cambiar, desde el punto de vista económico va a hacerse más difícil.
Las industrias, empresas y comercios, el sistema productivo en general, está cerrando sus establecimientos. La razón es sencilla, la empresa que vende en este momento está perdiendo. Quienes venden ropa, calzado, repuestos, celulares, electrodomésticos, entre otros, no reciben dólares ni Dipro ni Dicom, están subyugados al dólar paralelo, añadió.
Otro dato importante es que en 15 días la liquidez monetaria pasó de 6,5 billones a 8,5 billones, un incremento casi del 20 % en 15 días.
“El tema a debatir es el hambre, la miseria, la escasez, el desabastecimiento y la inflación, a eso se le suma que ahora no hay billetes porque el sistema bancario está pasando por un momento muy difícil”.
Trepiccione siente que el Gobierno y los líderes del PSUV son extraordinariamente buenos para hacer política, pero son muy malos para la formulación de políticas públicas, para el ejercicio de gobierno.
“El signo más característico de la gestión de gobierno es la improvisación, además de convertir la tele política en gestión pública. Tener un porcentaje de inflación tan elevado no es rentable políticamente, no soporta su legitimidad. El resultado de las elecciones del año pasado no fue porque la MUD fuera la octava maravilla del mundo, fue un voto castigo hacia la gestión gubernamental”.
Sostiene que el Gobierno es prisionero de un discurso ideológico que le impide hacer cambios sustanciales en el abordaje de las políticas públicas.
“Este es el mejor momento para que el chavismo facilite la transición política y resguarde el legado de Chávez. Si el PSUV se atrinchera en el poder y no hay un cambio económico, desaparecerá ese legado”.
Jiménez cree que el momento está dado para que ocurra una transición, lo que no puede asegurar es si va a ocurrir los próximos meses o en el 2018. Lo más sano para el país es que ocurra el próximo año.
Indicó que la oposición tiene un capital político muy grande, pero ha cometido graves errores comunicacionales, así como en la conducción política. Esos millones de personas que respaldan a la oposición y que están descontentas con el oficialismo, están preguntándose hacia dónde van, eso se siente en la calle, no es necesario mirar las encuestas. No basta ser mayoría para ser gobierno.
“En el caso de una transición, para que sea exitosa, la opción menos polarizante tendrá mayor oportunidad. Los líderes menos polarizados son los que se posicionan en las encuestas, ahí entra Henri Falcón, quien viene construyendo ese discurso desde hace bastante tiempo, la gente percibe que puede encabezar esa transición”.
Ellos también escriben
El profesor de la UCLA Juan José Pérez Sánchez, quien por compromisos universitarios no pudo asistir al foro, escribió recientemente sobre La sobrevaluación del bolívar, análisis que plantea lo siguiente: al promover las importaciones se castiga a los productores nacionales privados, que se ven imposibilitados de exportar sus mercancías.
“Las providencias cambiarias apuntan a que los empresarios nacionales no obtengan dólares y en caso de obtenerlos deben entregárselos al Estado, a una tasa insignificante. Tarde o temprano habrá que restaurar el equilibrio cambiario”.
Por otra parte, el economista Rubén Orlando Noguera, escribe actualmente sus análisis para EL IMPULSO desde Canadá, donde reside desde hace seis meses por compromisos laborales.
Su artículo del 21 de noviembre se refirió al triunfo de Donald Trump. Plasmó que el triunfo del republicano es el triunfo de una vasta ola protestataria. Ha sido bien recibido por los populismos a ambos lados del Atlántico. “Pareciera comenzar a esparcirse amenazas que hasta hace poco no se habían percibido”.
Diálogo debe recomponerse
Lo que pueda ocurrir en 2017, en términos políticos, depende mucho de lo que pase esta semana en la mesa de diálogo, asegura Ingrid Jiménez Monsalve, quien es pesimista a propósito de las conversaciones que se producen entre el Gobierno y la oposición.
“Siempre he creído en el diálogo pero tampoco puedo ser una defensora a ultranza porque desde el principio no ha habido un mecanismo de seguimiento o garantía por parte de los acompañantes para conocer cómo se le dará cumplimiento a los acuerdos”.
Considera que el diálogo debe recomponerse y plantear nuevos actores, acompañantes y garantes. “Al Gobierno el diálogo le sirvió para ganar tiempo y a la MUD para enfriar la calle”.
La politóloga también considera que si no hay presión social, las elecciones a gobernadores y alcaldes estarán comprometidas, primeramente porque el Gobierno está negado a cualquier tipo de negociación y segundo, por las debilidades de la oposición en virtud de sus divisiones internas.
“Lo que tenemos que hacer es fortalecer a la MUD porque es con instituciones que se va a recomponer el país, no es con voluntarismo ni con liderazgos mesiánicos”.
Subrayó que el país se puede mantener en esta situación por mucho tiempo más si no hay una conducción política clara por lo que tiene que haber un cambio cualitativo en la oposición.
“La oposición ha sido muy mala en hacer alta política mientras que el Gobierno está muy bien asesorado. En un verdadero proceso de negociación los dos actores tienen que ceder en algo. La oposición ofreció una solución electoral en 2016 y no cumplió, por lo cual ha perdido credibilidad”.
MUD debe corregir entuertos
Alrededor de 25 millones de venezolanos están muy descontentos y están abiertamente exigiendo que Nicolás Maduro salga de la presidencia para que se genere un proceso de transición, pero son 25 millones de personas que tienen un carácter inorgánico que reclama conducción, por lo tanto hay que apostarle a la MUD para que se relance y corrija los entuertos, expresó Trepiccione.
“La ecuación es muy simple, sin cambio político no hay cambio económico. Sin esa fórmula vamos hacia una agudización de la crisis con esquemas hiperinflacionarios y un mayor deterioro de los indicadores sociales. Estamos frente a una auténtica fábrica de pobres en Venezuela”.
Indicó que los liderazgos tienen que interpretar las condiciones de esta bomba social porque de lo contrario se corre el riesgo de una violencia política o social masificada, escenario que nadie desea.
“Venezuela necesita un chivo expiatorio, que permita expiar las culpas y genere un proceso de reconversión desde el punto de vista de las políticas públicas, económicas y sociales para relanzar al país. Si ese proceso no se da esa bomba social cada día crecerá más. La situación es muy complicada, creo que vamos a extrañar el 2016 porque el primer trimestre del 2017 va a ser extremadamente complejo, independientemente de los resultados de las discusiones actuales y de las medidas que se anuncien mañana (hoy)”.
Si se hiciera cualquier tipo de elección en el país, evidentemente, no habría posibilidades de que el PSUV gane, salvo que la oposición se divida, explicó.
“El PSUV tendría opción de ganar solo en Delta Amacuro, Apure y Cojedes. En el resto de las regiones tendría serías dificultades para triunfar”.
