En Venezuela se ha instalado un régimen de características carcelarias. La población se encuentra secuestrada en el territorio nacional con restricciones directas a las actividades cotidianas que siempre han caracterizado nuestro modo de vivir. Sin acceso a la información, bienes y servicios básicos. Sometido a vejámenes de todo tipo para comprar productos de la cesta básica a precios accesibles mediante las bolsas que llegan solo a quienes se someten a la prisión revolucionaria. Sin derecho a elecciones libres y democráticas, sin medicinas necesarias para atender enfermedades graves que padecen cientos de miles de venezolanos, y para completar el cuadro carcelario, ahora se restringe el acceso a nuestro dinero depositado en nuestras cuentas bancarias. Además de todo esto, las transacciones electrónicas están siendo objeto de manipulación permanente por parte del régimen para impedir y obstaculizar los puntos de venta y cajeros automáticos de establecimientos comerciales y bancos. Es decir, nos encontramos en un laberinto de obstáculos y angustias permanentes que nos hacen la vida cada día más pesada. Triste. Humillante…
La calle se ha convertido en una jungla de violencia. La lucha por sobrevivir en este camino de obstáculos, trampas, amenazas y chantajes para conseguir alimentos, medicina y dinero, nos condena a un sálvese quien pueda en un país que sucumbe en la crisis más espantosa jamás vista en todos los tiempos. Los venezolanos estamos encarcelados en los tormentos aplicados por un régimen perverso que actúa de acuerdo a la receta de Castro para desestabilizarnos sicológicamente y minar nuestra autoestima. Destruirnos anímicamente para postrarnos en la desesperación. Una sociedad deprimida sicológicamente y hundida en la miseria, es fácil de domesticar para que la clase política dominante logre reinar por siempre sobre las riquezas del país. Un pueblo enfermo y con hambre esta mutilado en su esencia como para luchar contra sus opresores. Esto no es casual. Es el proyecto de dominación que se desarrolló en Cuba para coronar a Fidel Castro como el dictador más despiadado y sanguinario de todos los tiempos en América. Lo peor, con la venia del mundo y de la Iglesia. Hoy, Cuba es el mejor ejemplo de un pueblo de parásitos y esclavos totalmente ideologizados, que vitorea a sus raptores…
Viendo los hechos con la crudeza que los tiempos exigen, debemos preguntarnos: ¿Es esto lo que queremos para Venezuela el resto de nuestra existencia?; en lo personal, me resisto a aceptar que somos una sociedad de parásitos cobardes. Estamos en la obligación de restituir el voto popular como arma de destrucción de regímenes de este tipo…
Mis comentarios:
.- La torrencial lluvia de la semana pasada en Barquisimeto y Cabudare, dejo al descubierto una vez más, las vulnerabilidades que tenemos en materia de líneas básicas de servicios públicos primarios…
.- Barquisimeto es absolutamente frágil, vulnerable, indefensa frente a eventos de lluvia como este…
.- Se conjugan aspectos culturales y de desempeño que complican el cuadro de vulnerabilidad…
.- El cambio climático ha incrementado drásticamente los caudales de lluvia durante eventos inusuales que cada año se hacen más recurrentes…
.- El país debe desarrollar grandes obras de mitigación de inundaciones y desastres naturales derivados de eventos de este tipo…
León rugiente y oso hambriento es el príncipe impío sobre el pueblo pobre…(Proverbios:28-15)
