Con patrón similar al utilizado por los oficiales de la Policía del Estado Lara para extorsionar en casos anteriores, hace un par de semanas fueron detenidos por el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) otros siete funcionarios pertenecientes a las filas de la policía regional.
Para cometer el delito los siete efectivos completaron un procedimiento de características irregulares. Primero, arrestaron a un hombre acusándolo de posesión de drogas. Se valieron de que la persona en cuestión tenía antecedentes por esa falta, pero, aparentemente, había cumplido la pena.
Luego de esposarlo, recorrieron la ciudad con él dentro de un carro y en el camino llamaron a un familiar de la víctima para exigirle 500 mil bolívares a cambio de la liberación del individuo. Este pariente aceptó la negociación. Antes de oficializar la entrega de la suma de dinero, el familiar, que además es un miembro activo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), acudió a la sede del Conas para formular la denuncia acompañado de la madre de la víctima.
En este punto asumió su rol una comisión del Conas asignada para resolver el caso. Fijaron una negociación controlada y al momento de la entrega de los billetes comprobaron que tal como lo habían denunciado, los autores de las llamadas para solicitar el monto eran integrantes de Polilara. Los supuestos extorsionadores permanecen recluidos en los calabazos de la Comandancia General de la Policía del Estado Lara.
El caso fue una de las 13 extorsiones frustradas por el Conas en Lara durante noviembre y los oficiales aprehendidos se cuentan entre las más de 30 personas detenidas en el mismo período.
Más de una decena
Entre febrero y septiembre de este año, se cuentan por lo menos 16 policías estadales capturados por estar involucrados en casos de extorsión en la región. Los siete antes mencionados incrementa a 23 la cifra. En la mayoría de los registros se repite una característica. Los funcionarios que presuntamente chantajean escogen a individuos con historial delictivo, salvo en dos casos ocurridos en septiembre donde las víctimas, al parecer, no tenían antecedentes.