Unas diez familias invadieron y construyeron sus viviendas en el sector Brisas del Río, en la proximidades del río El Plan, donde inclusive los habitantes trabajaron las tierras para dedicarse a la siembra de diferentes tipos de rubros.
En la zona se realiza de forma constante la canalización del río para evitar que se desbordara, pero desde que se incrementó el número de viviendas se convirtió en una tarea compleja, así lo expresa Flavia Méndez, quien asegura que antes los vecinos de la comunidad trabajaban en conjunto para canalizar el cauce, labor que han paralizado para no afectar las viviendas al borde de río.
Méndez relata que desde hace un año cada vez que llueve el río se desborda, socava parte del terreno y por ende incrementa su cauce. Inclusive asegura que más de cuatro kilómetros de carretera se perdió por la fuerza del río.
En la noche del día miércoles las fuertes precipitaciones ocasionaron que más de 400 metros del patio de las viviendas socavaran.
“No solo perdimos el frente de nuestro terreno. Yo tenía una siembra de quinchoncho y frijoles que me generaba ganancias y se inundó completamente. Si la lluvia hubiese seguido unas horas más nos quedamos sin casa. Anoche no pude dormir absolutamente nada pensando en que el río podría crecer”, expresó María Medina, residente de la zona.
El alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, se acercó a la comunidad cuando se produjo la crecida del río y este jueves en horas de la mañana, una comisión llegó al sitio para efectuar un estudio social de cada una de las familais afectadas, para colaborar en la búsqueda de una solución al problema, según lo informó la gerente social María Teresa Virgüez.
Es importante destacar que la súplica de los habitantes era ser reubicados.
“De nada nos sirve que solventen nuestras necesidades si nadie nos garantiza que no volverá a llover y el agua se llevará por completo nuestras viviendas. Nosotros lo pedimos por nuestros hijos”, indicó Lucena Arrieche.
Por otro lado en el sector Tierra de Tinta, la quebrada sobrepasó el límite de la carretera, lo que ocasionó el colapso del puente y más de 30 familias perdieron completamente sus enseres.
Construyen al borde de la quebrada
“De acuerdo a las personas que habitan el sector esto no se presentaba desde hacía unos 15 años. La razón es una vaguada que se presenta en el país, pero lamentablemente estas familias habitan una zona de alto riesgo, donde no se efectuó ningún tipo de estudios o permisología”, añadió el capitán Esteban Castillo.
Ante eso, el funcionario del cuerpo de bomberos del municipio Iribarren Luis Abarca, detalló que fue efectuado un desalojo preventivo de siete familias del sector Brisas del Río (porque sus viviendas se encontraban ubicadas al borde de la quebrada), así como 30 de la comunidad Tierra de Tinta, hacia la escuela Juan Pablo Segundo.
“Los ríos no es algo que podamos canalizar como nos piden los residentes, tienen cauces naturales. Estos habitantes colocan en peligro la vida de sus familiares al habitar un vivienda altamente vulnerable. No respetan los límites establecidos por la Ley de Tierras”.
Efectivamente más de 30 viviendas se encontraban al borde de la quebrada Tierra Tinta, quienes tuvieron pérdida de enseres. En un recorrido efectuado por periodistas de EL IMPULSO en la comunidad se pudo observar cómo la crecida del río inundó por completo la zona.
La cerca de la vivienda del septuagenario José Colmenares se derrumbó por completo por la fuerza de las lluvias, para su salvación un paredón que había construido evitó que el agua inundara su hogar.
“Estamos conscientes de haber construido en un sitio riesgoso, pero la necesidad nos llevó a esto y por los momentos nadie nos ha venido a reubicar y ahorita es imposible adquirir una vivienda por nuestros propios medios”, dijo Blanca Castillo, miembro del sector.