Habitantes de diferentes comunidades como Macías Mujica, Emmanuel II, San Lorenzo, La Cañada, Los Sin Techos, El Trompillo, entre otras, ubicadas en las adyacencias de la Circunvalación Norte a la altura de la estación de policía, decidieron salir a manifestar el día de ayer tomando entre sus acciones el cierre de tan importante arteria vial para exigir la llegada del gas doméstico a la zona, ya que expresaron tener más de 15 días sin el mismo.
Desde las 5:00 a.m. los vecinos salieron con sus cilindros hasta la carretera, poco a poco se fueron acercando personas de otros sectores con la misma problemática. Indicaron que implementaron esta medida porque hasta el momento han podido observar que es la manera directa de hacer presión y lograr su cometido, la llegada del camión con el combustible.
“La gente es muy abusadora, lamentablemente en la misma comunidad no se respetan los derechos.
Las cosas son como son, no es posible que vengan acá con tres y cuatro bombonas, debería ser una unidad para cada uno. Estamos acá desde muy temprano, son muchos barrios los que presentamos esta problemática y es un tema de pasar necesidades a cada momento”, señaló María Durán, residente del sector.
Dinero por acceso
Una de las situaciones que se han presentado últimamente en los cierres de vías es el cobro de “vacunas” a los choferes y transeúntes para darles acceso. Esto es una realidad que han venido denunciando en diferentes comunidades de Palavecino e Iribarren. “No podemos permitir que para el ‘beneficio’ de algunos dejen pasar los carros gracias a que reciben un pago. Esto es un delito y debemos denunciarlo. Son personas de la misma comunidad o de otros lados que se acercan a las trancas y hacen esto. Están cobrando vacunas. Nos perjudican porque le quitan fuerza a nuestra protesta y además cometen una ilegalidad”.
Hicieron un llamado a los entes competentes para que se aboquen a cubrir las necesidades de más de 300 familias que se ubican en los lugares antes mencionados. “Es importante que sepan que el centro de acopio donde llegaban los distribuidores ya no ha recibido más bombonas porque le exigen un pago de Bs. 300 por cada cilindro. El precio son Bs 50. Ya basta de abusos”.
Los transeúntes se encontraban molestos. Pedían que les abrieran paso porque estaban trabajando y aunque entendían su problemática, esto formaba parte de una descomposición social en Venezuela.
