Con «dolor, impotencia», Colombia se aprestaba este jueves a repatriar de los 71 cuerpos de las víctimas del accidente de avión en el que viajaba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense para jugar la final de la Copa Sudamericana ante Altético Nacional.
El Instituto de Medicina Legal indicó que finalizó la identificación de las víctimas, la mayoría brasileños. Según el último reporte había además cinco bolivianos, un venezolano y un paraguayo.
En Chapecó, en tanto, se preparaba el velatorio masivo de las víctimas en su estadio, el Arena Condá, donde unas 100.000 personas dirán el último adiós al equipo que había ilusionado a esta ciudad del sur de Brasil con su gesta en la Sudamericana.
«Trabajamos con la previsión de que los cuerpos lleguen a mediodía del viernes, pero aún no tenemos una posición definitiva de la Fuerza Aérea Brasileña [FAB] sobre la operación de salida de Medellín», afirmó Andrei Copetti, asesor de comunicación del Chapecoense, en rueda de prensa.
Varias funerarias de Medellín trabajaban en la preparación de los cuerpos para su repatriación, dijo a periodistas su representante, Jorge Escobar. «Se va a hacer lo humanamente posible para que los cuerpos sean entregados el día de hoy (a los representantes diplomáticos de los respectivos países)», afirmó.
La entrega se prevé sobre las 22H00(03H00 GMT del viernes), o de lo contrario el viernes a las 08H00 locales (13H00 GMT), agregó.
En la funeraria San Vicente, la principal de la ciudad, ya estaban en sus respectivos féretros los cuerpos de más de 30 futbolistas del Chapecoense y de periodistas que viajaban con ellos en la aeronave de matrícula boliviana que se accidentó la noche del lunes en un paraje montañoso a 50 km de Medellín, dejando milagrosamente seis sobrevivientes.
Familiares de las víctimas se acercaban esta mañana al lugar.
Roberto Di Marchi, primo del directivo de Chapecoense Nilson Folle Junior, muerto en el accidente, arribó con la camiseta del club puesta y, tras mirar por unos minutos el ataúd donde yacía su pariente, se la removió y la puso junto al cuerpo.
«Mucha tristeza»
La tragedia del avión que cubría la ruta Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) – Rionegro (Colombia) ha conmocionado al mundo entero. Las autoridades aeronáuticas colombianas, que investigan lo ocurrido con expertos internacionales, han advertido que las conclusiones sobre las causas del accidente tardarán al menos seis meses.
Hasta que no concluya la investigación oficial, el club Chapecoense no se pronunciará sobre la gestión de la aerolínea Lamia, elegida por su experiencia en el traslado de equipos de fútbol.
El piloto del avión, de matrícula boliviana, reportó estar «en falla eléctrica total» y «sin combustible» minutos antes de estrellarse con 77 personas a bordo, según una grabación difundida en medios colombianos, calificada por las autoridades de «inexacta en los tiempos» y de no estar certificada.
En el aeropuerto de Rionegro, cerca del lugar del siniestro, un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana está listo para transportar los cuerpos de cinco ciudadanos de ese país andino. «Anoche se entregaron cuatro (por parte de las funerarias) y están en proceso de preservación. Apenas entreguen (la víctima boliviana) que falta salen al aeropuerto», afirmó Escobar.
Las funerarias están en contacto con la Embajada de Venezuela para enviar el cuerpo de un ciudadano de ese país, que «seguramente» se mandará por un vuelo de carga, según Escobar.
Se siente «mucha tristeza, mucho dolor, impotencia. Porque eran personas, jóvenes, tenían una vida por delante. Solo Dios sabe las cosas que pasan», dijo María Ocampo, una colombiana presente la víspera en el emotivo homenaje ofrecido por Atlético Nacional en el estadio Atanasio Girardot, al que asistieron más de 30.000 ciudadanos.
En el acto también se oró por la salud de los sobrevivientes: tres jugadores, dos tripulantes y un periodista.
Alta médica para tripulantes
Los tripulantes bolivianos Ximena Suárez y Erwin Tumiri se encuentran en buen estado de salud y dependiendo de una evaluación médica, que realizarán galenos colombianos y de Bolivia, se les dará de alta este jueves, afirmó la directora médica de la clínica Somers de Rionegro, Ana María González.
El defensa Alan Ruschel, en cuidados intensivos del mismo hospital, está «en estado crítico, pero estable», según el parte médico. El zaguero fue operado el martes por una fractura en la columna, aunque se ha descartado que esté comprometida su movilidad.
El periodista Rafael Henzel y el jugador Hélio Zampier Nieto, hospitalizados en la Clínica San Juan de Dios del municipio La Ceja, «están estables», dijo a AFP el director del centro de salud, Guillermo Molina.
Henzel ha tenido una recuperación satisfactoria, ya está consciente y su esposa llegó anoche para acompañarlo permanentemente, indicó.
En tanto, el arquero Jackson Follmann será operado este jueves «para determinar la evolución clínica de las lesiones de sus miembros inferiores», luego de que se le amputara su pierna derecha.
El siniestro acabó con la trayectoria mítica del Chapecoense, un pequeño club de Brasil que empezó a escalar hacia la cúspide del fútbol continental desde 2009.