Para recordar: “Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo” (Lucas 23:41).
A Jesús, lamentablemente lo cambiaron por Barrabás: Un ladrón sedicioso y homicida. Y ese pueblo, le hizo a Cristo un juicio amañado, instigado por el mismo satanás. También, aprovecharon que en esa época, Roma soltaban a un preso.
Por su parte, Jesús no abrió su boca para declararse inocente, por ello, tenían que comprobar las perniciosas acusaciones en su contra; lo hallaron inocente, sin embargo lo crucificaron y hasta uno de los ladrones dijo: “Nnosotros padecemos por lo que hicimos, mas éste ningún mal hizo”.
Ese ladrón, estaba conmovido, confeso, arrepentido y dio cuenta que se encontraba al lado del salvador del mundo. Es más, creyó en el Segundo regreso de Jesús, cuando dijo: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42).
Sobre nuestro título de hoy, Pereyra Mele, Carlos (2010), señaló: “es un axioma jurídico y significa que quien confiesa algo, libera a la contraparte el tener que probarlo” (http://licpereyramele.blogspot.com/).
Dentro del tema, “el presidente de la república Nicolás Maduro, informó el viernes 18 de noviembre (18N), que un grupo de abogados prepara una demanda por insania e instigación al odio, contra el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup” (http://www.mundo-oriental.com.ve/). Por su parte Ramos Allup, respondió (palabras más o palabras menos): que él no tienen “demencia, ni misoginia…”. Y declaró: “el loco es otro” (informe21.com).
A través de este prestigioso diario, EL IMPULSO, el abogado litigante, Pérez Linarez, Ramón (2016), sostiene que: “En el Código Penal no existe el delito de insania…” y sustenta que la denuncia “es poco seria, por la poca especificidad que se ha hecho” (23/11/16, p. A2). Cabe preguntar: ¿Quién habla de locura?
El mismo día (23N), debajo de titular principal, citan palabras textuales del presidente Maduro, quien señaló: “Dicen que porque bailo salsa estoy loco ¡Ah! Pero si Obama sale bailando, él no es loco, es chévere… ¡Levanten la mano todos los que bailan salsa! Nos declaramos locos todos, exclamo”. (Ídem).
Entonces ¿se pudiera aplicar: “A confesión de parte, relevo de pruebas”?
El presidente Omaba, pudiera tener muchísimas razones para bailar y no es asunto nuestro. Lamentablemente, en Venezuela no hay ninguna razón lógica y de sano juicio para estar bailando, desde el presidente hasta el último seguidor, mientras este país se está cayendo a pedazos.
Nuestra nación sigue “en la cuerda floja” a nivel internacional, por la ausencia de producción; disminución de dinero efectivo en los bancos; no quieren ayuda de medicinas (caso de Cáritas) y el gobierno no ha cumplido con lo ofrecido en el “dialogo”.
Retomando el caso de Jesús: Todo quien pudo lo declaró inocente, incluyendo aquel centurión romano, junto a la cruz y viendo morir al Salvador, dijo: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (Marcos 15:39).
Más bien, Satanás quedó al descubierto como perseguidor de Cristo. Pero, como Jesús era inocente pudo resucitar. Y esa promesa pasó a todos nosotros. Ya que está escrito: El que cree en Cristo “resucitará en el día postrero” (Juan 6:40).
Y con tanto sustento, confesiones sobre Jesús, no hacen falta las pruebas. En otras palabras: “A confesión de parte, relevo de pruebas”