Nuevamente la situación en torno al Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio de Educación (Ipasme) se vuelve preocupante para sus principales dolientes: los maestros. Estos ven con angustia cómo cada vez la majestuosa institución va en detrimento.
“La atención médica al docente que se establece en el Contrato Colectivo se ha estado violentando”, aseguró Clementina Escalona, miembro del Sindicato de Profesionales de la Docencia, quien denunció que no solo esto se estaría incumpliendo, sino que además, el Ipasme hoy en día no cuenta con las autoridades que corresponde según lo estipulado.
Asimismo, consideró que la lucha por el rescate de la importante institución es algo que no solo compete al estado Lara, sino que debe emprenderse a nivel nacional.
Desde hace años el Ipasme ha dejado de ofrecer sus reconocidos servicios, y contrario a como se estaba contemplado, de atender como prioridad a sus afiliados, sin desamparar a la colectividad; hoy en día es distinto, quienes hacen uso de los pocos servicios que quedan son los ciudadanos comunes, mientras que los maestros no reciben su beneficio por el cual, mensualmente, se les descuenta el 6 % de sus salarios.
Mélida Véliz de Cordero, representante del Comité Prorescate, Control, Seguimiento y Evaluación (Coprese); aseguró que permanecerá velando por el mantenimiento y asistencia del Ipasme. Agregó también que lamentablemente se desconoce en qué se emplea el dinero que se les descuenta, pues las condiciones en que se mantiene el instituto demuestran que no está invirtiendo en el bienestar social.
“Sí, acudiremos a los respectivos organismos para solicitar una auditoría. No solo se trata de las actuales autoridades, las pasadas que se fueran tampoco se sabe qué hicieron con el dinero”, aseveró.
Olga Vergara, en representación de las enfermeras, destacó que se requiere a la brevedad posible la incorporación de especialistas en las distintas áreas.
Desde hace un año los dolientes esperan que el presidente del Consejo Legislativo del Estado Lara, Orlando Miranda, acuda a inspeccionar al Ipasme, que además del déficit en insumos y personal, tiene diversas necesidades en cuanto a infraestructura, en lo que se destaca la falta de ascensores; lo que obliga a los pacientes, incluso con pie diabético, a hacer uso de las escaleras.
La mayor alarma existente en el magisterio se debe a la posible transferencia de la institución para que forme parte del Servicio Único de Salud, pues su creación y sus afiliados, son los docentes, quienes continuamente realizan su aporte.
