Poco más de una hora bastó para que las vías de Barquisimeto y Cabudare se convirtieran en caudales producto de la copiosa lluvia que arreció, ayer por la noche. En la ciudad capital, la zona sur y este fueron las más afectadas.
Avenidas de circulación rápida como la Uruguay y la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare se hicieron ríos que arrastraron piedras y ramas. Esto ocasionó congestionamiento y vehículos accidentados a mitad de camino.
En la bajada de Santa Rosa, había por lo menos cinco carros pequeños averiados. En la avenida Bracamonte con Lara, los choferes de una Blazer y un Spark se vieron obligados a detener la marcha porque el agua cubría totalmente ese trecho. Mientras tanto, a pocos metros del distribuidor Valle Hondo, en Palavecino, los conductores de un par de camionetas intentaron atravesar por encima de la isla y se quedaron estancados en el fango.
En cuanto a casas inundadas, al cuerpo de bomberos de Iribarren reportaron varios casos. De estos, el equipo de EL IMPULSO verificó el derrumbe de parte de la pared y el techo de una vivienda, en la carrera 23 entre 27 y 28, en el centro de Barquisimeto.
Allí, residen ocho familias. Por fortuna, todos lograron salir antes de que el techo se viniera abajo. Pero el interior de la casa se inundó y las cloacas se desbordaron, como lo relató Diviley Angarita, una de las madres afectadas. Ella debió refugiar a los niños dentro de un carro porque no tenía dónde pasar la noche.