“El comunismo castrista no es una ideología, es un negocio donde el oportunista disfruta de una vida fácil a expensas de la miseria y sufrimiento de todo un pueblo”…
Mucha gente no entiende las expresiones de satisfacción de la dirigencia roja en Venezuela. Las fiestas diarias y los festejos permanentes con música y cantos alegóricos a la pobreza como estandarte de la revolución, obviamente responden a los logros concretos que se han llevado a efecto en estos 18 años de proceso de instalación del modelo político de Fidel Castro en nuestro país. Como bien lo dijera una y mil veces Hugo Chávez en vida: “Vamos hacia el mar de la felicidad cubana”. De tal manera mis apreciados lectores, que la alegría que manifiestan los militantes del PSUV durante los actos públicos, nos son fingidas ni mucho menos obligadas, son absolutamente reales y responden a los altos niveles de satisfacción derivados de la sociedad parasitaria construida por Castro en Cuba y exportada a Venezuela de la mano de Hugo Chávez y los militares golpistas del 4 de febrero…
La perpetuidad en el poder se logra mediante la ruina nacional y la postración de la gente en la miseria para crear la dependencia absoluta hacia el líder benefactor que te da vivienda, vestido y comida. Todo un tejido místico esotérico se teje entorno a las condiciones supra-naturales del líder, quien desde su providencialismo celestial descendió a la tierra para alimentar a los pobres y vengar sus padecimientos mediante la destrucción de la clase dominante. Adueñarse de las riquezas del país y de todos los medios de producción, aunado a mecanismos de lucha armada que admiten el tráfico de drogas, armas, secuestros y terrorismo, son estrategias naturales de la revolución castrista para amasar capital y enfrentar el capital de tú a tú. La lucha contra el imperio solo es posible con poder económico adquirido por vías no convencionales. La violencia como mecanismo de dominación y postración de la sociedad es el axioma más importante del legado de Castro.
La violencia como mecanismo de coacción política para humillar al hombre hasta postrarlo en hambre y escases para manipularlo en su esencia hasta desestabilizar la sociedad, es la técnica estudiada y desarrollada por Fidel Castro para reinar sobre Cuba por 58 años. La cobardía de la sociedad cubana de la época permitió la consolidación de un modelo esclavista, sustentado sobre el fundamentalismo sembrado sistemáticamente en la conciencia de los niños. La sociedad cubana de hoy es la expresión dependiente y sumisa al líder supremo. Ese es el gran legado de Fidel que se está terminando de instalar en Venezuela. Con la salvedad, de que aquí los venezolanos somos genéticamente libres y demócratas. La carga testicular de nuestra sociedad se impondrá por sobre el diabólico legado…
Mis comentarios:
-La parroquia El Cují estuvo de aniversario la semana pasada. Desde este modesto espacio, un abrazo a todos los habitantes y dirigentes de la zona que día a día luchan por conquistar soluciones a los problemas acumulados durante tantos años…
-Hoy podemos exhibir logros importantes en materia vial, hospitalaria y deportiva, gracias al gobierno regional y su dirigencia en la parroquia.
-Todo un equipo humano al servicios de los problemas más sentidos de la comunidad… Felicidades.
Cada vez que me asaltan los malignos para devorar mi carne, son ellos, mis adversarios y enemigos, quienes vacilan y caen… (Proverbios 27: 2).
