El 6 de diciembre de 2015 la oposición saboreó las mieles del triunfo al alzarse con la mayoría calificada en la Asamblea Nacional. Un año después, la gestión parlamentaria se inclina más hacia los desaciertos que a los aciertos porque aunque se trata del poder más legítimo, es sin duda el más golpeado por el Ejecutivo nacional.
A propósito de esta fecha tan importante para la alternativa democrática, algunos representantes de la MUD han propuesto que se celebre un referendo popular los primeros días de diciembre con base en el artículo 233 de la Constitución de la República.
Al consultar al politólogo Guillermo Martín (UCV), sobre el tino y los errores de la AN, mencionó que todos los proyectos de ley que trató de concretar el parlamento fueron bloqueados, por lo tanto, en términos de labor legislativa, 2016 ha sido un año nulo. Lo sancionado en cámara fue vetado por la Sala Constitucional, por lo que no hubo Ley de Referendo ni Ley de Amnistía, es decir, todos los proyectos mayores se quedaron rezagados.
Señala el maestro en Gobierno y Asuntos Públicos por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-México), que la mayor promesa de Henry Ramos Allup al asumir la presidencia de la AN fue dar un lapso de seis meses para salir constitucionalmente del régimen, sin embargo, está por concluir su período y la impresión es que el régimen sigue firme.
Posteriormente, cuando el Gobierno intentó desconocer a la nueva AN con el parlamento comunal la MUD asume la presidencia de la junta directiva y de todas las comisiones a fin de evitar el bloqueo de las leyes por parte de los diputados oficialistas, no obstante, los obstáculos terminaron materializándose mediante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
“La decisión sobre la salida de Maduro no fue una determinación en primera instancia, de ello se supo a la tercera semana de gestión porque en principio el Gobierno se mostraba reacio a sentarse a negociar. Aunque Maduro fue al parlamento y hubo una recepción respetuosa por parte de la MUD, al final hubo una línea de endurecimiento hacia la asamblea”, explica el doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por otra parte, apenas la AN se hizo con los dos tercios del parlamento se anuló casi de inmediato a los dos diputados de Amazonas por la MUD, así como al diputado indígena. Esos dos tercios también fueron bloqueados.
Martín agrega por otra parte que no ha habido mayores avances en términos de ayuda humanitaria, tema que también lo abordó la asamblea desde un primer momento.
Hay contenedores que llegaron al puerto con colaboraciones de Cáritas que no han podido llegar a ninguna parte, incluso, se han vencido medicamentos.
“Todo el entramado institucional, paralelo a la asamblea, ha bloqueado la labor legislativa de la cámara. Tal y como ha ocurrido con algunos gobernadores y alcaldes a través de los protectores de los estados”.
-¿La oposición no advirtió esto?
-Expertos en Derecho Constitucional como el profesor José Ignacio Hernández alertaron bastante y a tiempo, además, no creo que los asesores de la MUD sean tan ingenuos como para no haber advertido todo ese entramado, incluso hubo gente que habló de una Asamblea Nacional Constituyente, lo que para mí es una vía que generaría mayor incertidumbre. Varios exmagistrados como la doctora Cecilia Sosa, Blanca Rosa Mármol y representantes de Foro Penal advirtieron sobre esto.
-¿En qué pecó la AN?
-Sabiendo que la Sala Constitucional podía ser el candado pecaron en reaccionar respecto a los nombramientos a última hora y fuera de los lapsos de los magistrados del TSJ por parte de la asamblea que presidía Diosdado Cabello. Varios de esos magistrados no cumplen con los requisitos. Si bien la AN no podía sancionar una ley que modificara la estructura orgánica del Poder Judicial, podía hacer respetar la ley, por lo tanto, si alguien no cumplía con el requisito, el nombramiento era inválido, así de sencillo. La AN debió declarar vacantes los cambios, además se trataba de un nombramiento arbitrario. Pasaron muchos meses para llegar a esa conclusión que era automática. Eso tardó porque en la propia MUD había conflictos de intereses o porque cada actor político tenía su propia agenda y tiempos, no se llegó a un consenso sobre estrategias básicas. La primera acción de la AN era justamente anular el nombramiento de esos magistrados exprés.
-¿Por qué la AN no hizo lo que debía?
-Porque creo que dentro de la actual MUD hay demasiadas vocerías y diferencias en comparación a la etapa que lideró Ramón Guillermo Aveledo, quien es abogado y politólogo. Jesús Torrealba es periodista y aunque fue coordinador de medios de la Coordinadora Democrática y está metido en esto desde hace 13 años, se comporta como un novato. Es innegable que hay una lucha de poderes sobre todo entre los actores presidenciables y sus maneras de proceder: Leopoldo López, Henrique Capriles, Henry Ramos Allup y Henri Falcón.
-¿Entonces son más los desaciertos que los aciertos de la AN?
-Desgraciadamente han sido más los fracasos, sobre todo en las condiciones en las cuales se da el diálogo. El diálogo es un fracaso para la asamblea porque ¿cuántos presos políticos han liberado? Son más de 100 presos políticos. Además, el referendo revocatorio quedó congelado por completo, así como la calle.
-¿Qué pudiera apuntársele a favor a la AN?
-Lograron llamar la atención afuera, sin embargo, ahora mismo la OEA está más pendiente de la mesa de diálogo que de la propia asamblea. El asalto a la asamblea el 23 de octubre ocupó mucho centimetraje fuera del país pero hoy parece que no hubiese pasado nada.
-¿Cuál sería el desafió de la AN en un 2017 de mayor recesión económica?
-El período de Ramos Allup como presidente de la AN está a punto de vencer. Por el acuerdo rotativo entiendo que le tocaría a Julio Borges. La inquietud gira en torno a si realmente la MUD asumirá una línea coherente y una vocería con una sola línea para no enviar mensajes diversos. Es patético que un dirigente político diga que se enteró de algo por las redes sociales o por televisión, hay cosas inauditas que te hacen pensar que esta gente es ingenua o está comprada. La coherencia en el mensaje será fundamental.
Oposición no libra una tarea fácil
La oposición ganó las parlamentarias el 6 de diciembre de 2015 por una brecha importante. La única manera de que no hubiese podido capitalizar ese triunfo pasaba por un fraude grotesco y masivo, que iba a tener muchísimos costos para el Poder Ejecutivo, razón por la cual un engaño era muy poco probable, así lo expuso el politólogo John Magdaleno, durante el Reto Empresarial 2016 efectuado en Barquisimeto.
Apuntó que a raíz de este episodio la dirigencia de la oposición confronta importantes desafíos. La alternativa democrática obtuvo lo más difícil de alcanzar, 112 diputados que le otorgaron dos tercios del parlamento, es decir, mayoría calificada, lo que implica facultades extraordinarias. La oposición pasó a tener poderes especiales, por lo tanto, para comprender el juego que se ha desarrollado todo el año es importante hacer reflexiones de índole estratégica, como por ejemplo, El arte de la guerra de Sun Tzu, quien evalúa la guerra en razón a cinco factores fundamentales: la influencia moral, el clima de opinión, el terreno, el mando y la doctrina.
Explicó el especialista en Análisis de Datos que sin lugar a dudas el Gobierno utilizaría el resto de las instituciones sobre las cuales tiene control para anular o neutralizar la capacidad de influencia y el ámbito de competencia cedido al parlamento en virtud del resultado electoral.
“El territorio donde al chavismo le convenía la confrontación era en el terreno de las instituciones. La oposición tenía que prever con suficiente antelación las consecuencias
de esta lucha de poderes, tenía que saber que el resto de las instituciones impedirían el despliegue de las facultades prevista en la Constitución de la República”.
A juicio de Magdaleno la oposición no libra una tarea fácil, sin embargo, ese ejercicio de rodeo por parte del resto de los poderes sobre la Asamblea Nacional no ha tenido hasta la fecha suficientes costos como para que la oposición intente neutralizar esa estrategia del chavismo.
No obstante, la oposición tuvo un acierto, canalizó la demanda de cambio político al conectarse eficazmente con la población a través de la solicitud de referendo revocatorio.
“En septiembre, de acuerdo a varias encuestas, esa demanda de cambio abarcaba 71 % de la población que esperaba salir de Nicolás Maduro lo más rápido posible. Y al menos dos de cada diez chavistas estaban de acuerdo con esa salida de Maduro del poder”.
Agrega el profesor universitario que la oposición tuvo una elección correcta, de hecho, la intención de voto a favor del revocatorio en septiembre era de 62 %.
Si se celebraba el revocatorio el presidente Maduro lo perdía, por ende se convocarían elecciones presidenciales en 30 días.
Esa variable fue determinante en la decisión que tomó el Gobierno respecto a la suspensión del proceso de recolección de firmas porque seis de cada diez encuestados tenían disposición de ir a firmar.
La suspensión de la recolección de firmas no fue fortuita.
Si por ejemplo la oposición hubiese conseguido las firmas en 23 estados, eso hubiese tenido costos altísimos para el Gobierno de cara a la opinión pública nacional e internacional.
El Gobierno no iba a poder justificar la no convocatoria del RR. Lo que ocurrió con la suspensión del 20 % fue el mal menor, el menor costo posible que el Gobierno asumió.
El régimen no podía permitir que el proceso avanzara porque los impactos ulteriores del volumen de firmas iban a ponerlo en mayores aprietos de lo que ya está, concluyó el director de la firma Polity.