La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) busca concretar un acuerdo interno para pactar el próximo miércoles, 30 de noviembre, el primer recorte de la oferta mundial de crudo en ocho años.
A finales de septiembre, los catorces miembros de la organización alcanzaron preacuerdos sobre la reducción de la producción. El objetivo es pasar de los 33,64 millones de barriles de petróleo diarios de octubre pasado a un lote constante de 32,5 millones.
El reto esta en repartir de forma equitativa la carga que supone reducir las exportaciones sobre todo en el escenario actual donde la economía de los miembros de la OPEP se ha visto afectada tras el desplome de los precios del oro negro en más del 50%.
Por primera vez en casi una década, existirán cuotas nacionales de producción. Los acuerdos previos se referían a una reducción entre el 1,9 % y el 3,4 %.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), defensora de los intereses energéticos de las naciones industrializadas, instó a la OPEP a «no variar su producción para impulsar el precio». No obstante, la organización ya dejó claro que habrá «ajustes» en la producción petrolífera.
Según el documento oficial, los ajustes acelerarán la disminución del considerable excedente en los inventarios mundiales de petróleo y ayudarán a adelantar el reequilibrio del mercado.