Según la Sociedad Civil sobre Envejecimiento, la grandeza de una civilización se ve a menudo en la forma en que trata a sus personas mayores y la promoción de sus derechos. En Venezuela se ha extendido a más de cinco años la lucha de los jubilados y pensionados que reclaman justicia y que se hagan cumplir sus derechos.
“Desde el momento que uno sale jubilado se desmejora su calidad de vida porque nos quitan todos los beneficios que gozábamos”, expresó Dulcine Mara de Peraza, jubilada de sector salud, quien relato que los pensionados le exigen al presidente Nicolas Maduro el bono de alimentación que aprobó la Asamblea Nacional.
Ante eso, en la mañana de ayer se efectuó una asamblea con miembros la Asociación de Jubilados y Pensionados en el auditorio de la Dirección de Salud en la cual discutieron acerca de un documento que le entregaron al presidente de la República Nicolás Maduro, en donde plasmaron todas las carencias que agobian a los jubilados del sector salud.
“Tenemos años en esta lucha pero nos vemos con más preocupación porque cada día alcanza menos el sueldo. Queremos hacerle un llamado de conciencia al presidente quien nos ofreció villas y castillos”, indicó Peraza.
En ese orden de ideas, Olivia de Zabaleta, secretaria de finanzas de la institución, informó que según la última norma laboral que fue aprobada, los funcionarios jubilados deberían gozar de los mismos beneficios y salarios que los empleados activos, sin embargo actualmente devengan salario mínimo. Igualmente tan solo cobran 5.000 bolívares de reembolso de medicinas, 10.000 bolívares para prótesis, 3.000 bolívares de servicios funerarios y 80 bolívares en ayuda oftalmológica, al año.
“Nos urge la homologación de los sueldos. Eso está establecido en la Constitución pero a nosotros nos tiene marginado el Ministerio de Salud”, manifestó Zabaleta.
Este grupo de adultos de la tercera edad jubilados relatan que el salario tan solo les alcanza para subsistir y que muchos obtienen la ayuda de sus familiares para lograr medio alimentarse bien. Incluso entre ellos existen quienes han tenido que vender sus prendas de valor para comprar alimentos.
“En mi casa somos dos los pacientes oncológicos y todo el sueldo se nos va en medicinas. Vivimos de deuda en deuda porque siempre tenemos que quitar prestado. Si logro alimentarme es gracias a mis familiares, sin ellos simplemente me moriría de hambre”, dijo Peraza.
Los jubilados hicieron un llamado al Presidente de la República para que active el contrato colectivo llamado Normativa Laboral del Sector Salud. “Ofrecimos nuestra vida al sector salud y ahora estamos completamente marginados. Esto es pura promesas y así se nos van los años, pero tienen que entender que el hambre no espera”, insistió Alberto Martínez, presidente de la asociación.
