Lara ganó con bate y mascotín de lujo

Bate y mascotín de Jesús Montero. Su doblete en el sexto empujó las dos de ganar. La defensiva en el noveno fue brillante, levantando dos piconazos enviados por Luis Núñez y tumbando con el pecho una dura rolata de David González con dos a bordo. Si él resultó la figura en esos dos roles, el pitcheo registró otro comportamiento de altura. El primer inning fue un tormento para Jorge Martínez, recibiendo hits de los cuatro primeros bateadores. El tramo fue muy barato para Cardenales, porque con tres a bordo el cubano ponchó a Noriega y a Díaz, antes de retirar a Salazar vía 43. Allí estuvo una clave del partido. Martínez se alzó con 15 retirados en fila, hasta que Osuna le despachó cohete en el sexto. Los relevistas otra vez tomaron la batuta exitosamente. El descanso le vino bien a Thiago Da Silva, sacando el brasileño dos capítulos sin ningún inconveniente. Luego apareció un Jhondaniel Medina de excelente bola rápida, aceptando solo un indiscutible del difícil Breyvic Valera. A partir de allí le tocó nuevamente el compromiso al cerrador inesperado. Jesús Parra fue ayudado por Montero en la inicial para convertirse en el primer taponero larense desde Scott Patterson en el 2012 en rescatar cuatro partidos en línea. El Niño Jesús arribó a 14 y dos tercios sin carreras con su temple y disposición. Destacable la jugada de Ericson Leonora, saltando en la cerca izquierda para robarle un cuadrangular a Gotta en la segunda entrada. Partido duro, celebrado con lluvia a ratos y con buen pitcheo por ambos bandos. Cardenales rompió la pimpina al ganar por primera vez en varios años una serie en el oriente del país. El conjunto está encendido con siete conquistas en ocho presentaciones y regresa a su casa embalado para encarar a Caribes de Anzoátegui. Montero sigue destapado en la ofensiva y se ha convertido en uno de los bateadores más complicados en el actual campeonato.