Durante el 2016 se romperá, por tercer año consecutivo, el récord de malos resultados económicos y no se avizoran resultados alentadores, asegura el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, quien advierte que mientras se sigan aplicando las mismas políticas económicas equivocadas no se podrán obtener resultados distintos.
El dirigente empresarial fue uno de los invitados especiales a participar en el Día Nacional del Comercio y los Servicios, encuentro organizado por Consecomercio, donde estuvieron participando los presidentes de los organismos sectoriales de la economía venezolana.
-Este año cerrará al borde del colapso en materia de inventarios de las empresas, las industrias están operando a un 35% de su capacidad instalada, las importaciones de alimentos han disminuido en un 45%, lo que quiere decir que estamos frente al colapso de la oferta con el desabastecimiento en el país, pero también en la demanda debido a la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, quienes en estos momentos no pueden adquirir los alimentos, debido al encarecimiento de los precios producto de la inflación-.
Recuerda Martínez, en torno a las perspectivas para el 2017, que históricamente en los primeros tres meses del año, producto del cierre de muchas empresas por las festividades navideñas, siempre se genera una disminución de inventarios y en consecuencia, el abastecimiento se ve afectado.
-Pero en esta oportunidad, estamos cerrando con unos niveles de inventarios bastante precarios, muchas empresas están cerrando no solo por el tema de vacaciones, sino porque no tienen inventarios y no tienen la posibilidad de garantizar los bienes y servicios, y la tendencia para el primer trimestre del año 2017, es que los inventarios estarán bastante disminuidos, que habrá un aumento del desabastecimiento y, por supuesto, habrá un nivel de afectación bien importante para todos los venezolanos, cuando se profundizará la cantidad de anaqueles vacíos-.
Por otra parte, el líder del empresariado organizado, asegura que el sector privado venezolano, no se siente representado en la mesa de diálogo; sin embargo confía en que de allí salga un gran acuerdo nacional, para enfrentar la más profunda crisis política, económica y social que ha tenido el país.