En estos últimos tiempos he leído una cantidad de artículos en los que se vierten opiniones sobre la conveniencia o no de que muchos de nuestros jóvenes venezolanos emigren de nuestro país motivado a las condiciones en las que nos desenvolvemos en lo económico, político y social en la actualidad.
Recordando una entrevista de televisión al Dr. Luis Alberto Machado, que fue ministro de la Inteligencia, en donde afirmaba que el primero y único problema de Venezuela era la educación y en una parte afirmaba que no estaba de acuerdo con aquello de la “distribución de la riqueza”; pues bien, esto parece que hoy sigue en vigencia cuando Venezuela, mi país, está distribuyendo la única riqueza que nos queda, que no es otra que esa cantidad de profesionales universitarios formados en Venezuela, para irse a probar suerte en otras naciones, para garantizar su futuro y el de su familia, porque el país que los vio nacer, los crio y los formó académicamente no les da garantías para desarrollarse como profesionales en sus respectivas profesiones.
No tengo por qué hacer análisis de aquello que se ha llamado “distribución de la riqueza”, porque en igualdad de condiciones tendría que hacerlo en la “distribución de la pobreza”; mas debe haber algo que le oí a un viejo amigo que me manifestaba que los políticos en Venezuela, por allá en la década de los sesenta, tal vez por estar en la onda socialista aprobaron una Constitución Socialista y la población siguió manejándose como capitalista, hecho que representa una incongruencia política y a la vez una incongruencia económica que al aprobar aquello de “se respetara la propiedad privada siempre y cuando no la necesite el Estado por interés público o interés social”, pero a la vez el meter en un solo saco el Estado y el gobernante, era algo así como que a partir de este momento el gobierno no garantizaba la propiedad privada de nadie y mucho menos de quien no esté con el gobierno.
Es a partir de esa década que en tenencia de tierras lo que no pudo resolver la Ley de Reforma Agraria, que permitió que surgiera esa cantidad de líderes promotores de invasiones a la propiedad privada y que los catapultaron para ser candidatos a diputados, a gobernadores y por que no a Presidente de la República, y así salió un presidente de los pobres con Carlota Flores, en una invasión por allá por Caucagüita y mi pregunta en estas reflexiones: ¿por qué no el Presidente de los ricos para dar respuestas a aquello de la distribución de la riqueza?; y hoy con nueva Constitución ya no hay líderes que promocionen las invasiones, puesto que son los gobernantes los invasores de la propiedad privada; ¡que fácil es distribuir la riqueza de gente que ha dedicado su vida al trabajo!, que lo más seguro son aquellos que formaron parte de su familia y hoy están manifestando: Me voy para otros lares.
En estas reflexiones en positivo me hago la interrogante del ¿cuándo cambiará la situación política, económica y social para definir qué es la propiedad privada y qué es la propiedad del Estado, de tal manera que haya reglas claras para propios y extraños que garanticen cualquier inversión.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país…