Un foro sobre la transición militar en Venezuela a cargo de la ONG Control Ciudadano y de los diputados pertenecientes a la Comisión de Defensa y Seguridad, fue realizado este miércoles en el Palacio Federal Legislativo.
El historiador Luis Buttó asegurando que tras el análisis de algunos mandatos del siglo XX, se puede considerar como requisito, prevenir las transiciones en manos de militares porque una vez producida la transformación, serán los primeros en exigir la batuta del poder.
Indicó en ese sentido que los castrenses adquieren una influencia decisiva, pero que en el mejor de los casos pudiera resultar un escenario en donde sean árbitros del nuevo sistema político que se instaure, como en períodos pasados.
Señaló que una de las lecciones que dejaron los primeros años de democracia es que, un sector militar consciente de que su rol en un país es defender la soberanía e integración no participa de la vida política. Es lo que Buttó denomina como una Fuerza Armada Nacional (FAN) “profesional y atenta de su negocio”.
Justamente para lograr que esto se cumpla, debe existir un control sobre la educación castrense, pues se corre el riesgo de que los civiles se dediquen netamente al sistema democrático, mientras en los cuarteles se van formando como futuros líderes políticos.
“Si no hay supervisión en el sistema de educación, la Fuerza Armada puede recibir instrucciones de carácter pretoriana donde se le inculca su condición de actor político, con derecho a intervenir en política y ya sabemos cómo intervienen ellos cuando quieren el poder”.
En esta teoría también coincide el profesor universitario e investigador de la Academia de la Historia, Hernán Castillo, quien aseguró que la FAN no está para definir una sociedad ni la estructura del Estado, al contrario, debe procurar la defensa del país.
Panorama actual
Con el objeto de indagar sobre el escenario de la quinta República, intervino la presidente de la ONG, Rocío San Miguel, advirtiendo que Venezuela ha entrado sin duda en un autoritarismo “sin apellido”.
No obstante, aseveró abiertamente que “la Fuerza Armada está incómoda” por diversas razones, en primer lugar por el alto costo político de una represión; por la crisis económica que atraviesan todos los sectores; en tercer lugar, por la criminalización internacional a la que ha estado sometida el Gobierno en las últimas semanas en materia de narcotráfico, derechos humanos y corrupción.
Además destacó que hay una grave disfuncionalidad en las filas castrenses, lo que hace que la “unión cívico-militar”, la cual es promovida por el chavismo-madurismo, sea una total ficción.
Considera pertinente sincerar algunos temas como: el Plan de la Patria, que genera deslegitimación en la ciudadanía; la militarización del poder; el enemigo interno que decían abolir cuando culminó la cuarta República y en la actualidad se ha agudizado, y las amenazas valiéndose de un Estado de Excepción “eterno”.
De acuerdo con el segundo punto descrito, la abogada expuso que hay una militarización total del Estado pues el 30% de los Ministerios y el 52% de las Gobernaciones son ocupados por miembros castrenses, “quienes además hicieron campaña con los recursos de la FAN”; de igual forma existen 2 mil cargos de administración pública en manos de los militares, tomando en cuenta que mil 85 generales y almirantes han sido ascendidos en 5 años.
En cuanto a la educación mencionada por sus dos compañeros, indicó que “me sorprendió que para marzo de este año el pie de fuerza únicamente de la Guardia Nacional era de 70 mil efectivos, cuando dos años antes se había dicho que el tamaño de los cuatro componentes se acercaba a los 136 mil efectivos”.
Para concluir su intervención, San Miguel enunció que si el Gobierno quiere rendirle tributo a la historia debe calificar de libertador al ejército venezolano y no de chavista y bolivariano, como lo hace constantemente.
Cúpula enquistada
El diputado y miembro de la Comisión de Defensa, Armando Armas, expresó durante la realización del Foro que, confía en que Venezuela cuenta con una FAN que no procederá en detrimento del pueblo para favorecer a una “cúpula enquistada” en el poder.
“Han hecho desmanes con el dinero de los venezolanos y los tienen pasando hambre. El rol de la Fuerza Armada debe corresponder a la garantía de la Carta Magna y es lo que nosotros desde el Parlamento estamos impulsando. Antes significaban un orgullo para nuestro país, nos representaban porque eran árbitros del sistema democrático”.