Ni la Iglesia, ni el pueblo venezolano están satisfechos con los resultados que hasta hoy tiene como tarjeta de presentación el diálogo convocado entre el Gobierno y oposición con la mediación internacional, aseveró el diputado Edgar Zambrano.
Esa circunstancia tiene diversas variables. Fundamentalmente, el incumplimiento del Gobierno a gran parte de los acuerdos que hasta ahora se han suscrito dentro de la mesa.
El Ejecutivo Nacional ha utilizado una serie de argumentos infantiles, traídos por los cabellos, rebuscados, que tratan de dilatar el proceso de eficiencia del diálogo.
Hemos dicho reiterada veces: si el diálogo no tiene conclusiones eficientes, no será la forma más expedita para que la población compre esta alternativa de solución pacífica al problema político del país.
Desde ese punto de vista, las propias organizaciones políticas que hemos estado apoyando el diálogo de manera sistemática y orgánica, nos encontramos insatisfechos por la postura asumida por el Gobierno. El régimen ha vivido en una permanente oferta de resolver a futuro, pero nunca termina resolviendo absolutamente nada.
Siempre entra en la contradicción con una serie de argumentos que no tienen pies ni cabeza. El Gobierno al parecer ha perdido la voluntad política de resolver por la vía pacífica el drama de los venezolanos. Y eso es altamente angustioso para la sociedad y para el país en general. De ahí la observación que el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Diego Padrón, ha realizado en muy clara voz.
No estamos conformes con el diálogo. Ha sido una oferta engañosa que permanentemente el Gobierno incurre en la propia mesa. Ha dicho que en el transcurso de la primera semana, luego de iniciado el diálogo, habría una serie de liberaciones de quienes están en prisión por pensar distinto debido a la criminalización de la política. Como todos sabemos están en prisión por abuso de poder y por la complicidad de los operadores de justicia.
En la primera semana observamos la libertad de cuatro compañeros. Posteriormente se habló de la libertad de Antonio Ledezma, de Manuel Rosales, Yon Goicoechea, los indígenas del Amazonas, de los dos diputados que todavía quedan en prisión. Pero nada se ha hecho efectivo. Dijeron que era en el transcurso de la semana antepasada, luego que miércoles de la semana recién concluido, y más tarde que serían los días del jubileo y la misericordia en el Vaticano. No han cumplido su palabra. Les falta voluntad.
