El Gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, expresó este miércoles que el Gobierno nacional decidió levantarse de la mesa de diálogo con la oposición venezolana por «no querer cumplir con los acuerdos logrados».
Indicó que dicha información fue otorgada por los ex presidentes Rodríguez Zapatero, Torrijos, Leonel Fernández y Ernesto Samper, al tiempo que agregó que espera que esta noticia no sea desmentida en los próximos días.
«El Gobierno pretende salirse del proceso de diálogo con una excusa del narcotráfico»
A su juicio, con esta acción, el Ejecutivo se ha burlado del Papa Francisco, así como del pueblo venezolano, donde se comprometió a liberar a los presos políticos y sólo lo ha hecho con cinco dirigentes.
«Planteamos un Canal Humanitario y hasta ahora no se ha tenido respuestas (…) Dejan salir aviones con droga pero no dejan que entren con comida y medicinas”, agregó.
En este sentido, comentó que la mesa de diálogo era un «espacio más de lucha», sin embargo admitió que las acciones de calle deben continuar. «Debemos caminar y mascar chicle a la vez».
Por otra parte, Capriles admitió que la MUD cometió un error al cancelar movilizaciones por el diálogo y que por ello la coalición opositora se mantiene en sesión permanente para tratar de buscar solución a las decisiones erradas.
Al ser consultado sobre si el objetivo del oficialismo era crear división dentro de la Unidad, el Gobernador de Miranda manifestó que «solo generó ruido».
«La gente siente que la oposición cayó en la trampa del Gobierno. Nosotros fuimos consecuentes, el vaticano nos llamó, nosotros somos demócratas, y el diálogo es una solución democrática (…) Los ruidos no se apagan encerrándose, sino dando la cara a la gente», dijo.
Revocatorio en 2017
Con respecto al Referendo Revocatorio, el primer mandatario de Miranda, comentó que continuará la lucha por revocar al presidente Nicolás Maduro, incluso si la consulta popular se realiza en 2017.
Asegura que independientemente si queda el Vicepresidente, quedaría un «Gobierno deslegitimado».
«Un presidente revocado no tiene capacidad de sostenerse así ponga a su vicepresidente. Sería un Gobierno deslegitimado (…) No veamos las cosas tan pequeñas, tenemos que ver las consecuencias de lo que produciría un Revocatorio en 2017», concluyó.