Más de diez días tienen paralizadas las plantas de producción Chivacoa, Turmero y APC Cumaná de Empresas Polar. En la mañana de este lunes, los trabajadores de la planta Chivacoa recibieron a una comisión especial de la Asamblea Nacional, la cual visitó el lugar para inspeccionar los almacenes y apoyar la denuncia de este grupo de obreros, quienes aseguraron que desean trabajar por el país.
Los empleados recibieron a la comisión especial con pancartas en mano, en las cuales expresaban el deseo que tienen por obtener la materia prima y continuar con su labor. Además vociferaron consignas referidas a que estaban en búsqueda de una solución en la que prevaleciera el esfuerzo de cada uno de sus trabajadores.
El director de operaciones de Alimentos Polar, Carlos Acosta, detalló que las operaciones se encuentran paralizadas por la falta de maíz blanco, lo cual, asegura, es una situación que vienen denunciando desde hace algunos meses.
“Propusimos un acuerdo que beneficiaba a los productores, la agroindustria, el comercio y los consumidores, el cual se enfocaba en un precio final de la harina precocida en 770 bolívares por kilo , sin embargo, el gobierno ha dicho que no es viable, lo cual ha llevado a la paralización de las instalaciones”.
La planta Chivacoa tiene la capacidad de producir 52 mil toneladas de maíz blanco mensuales. Es decir, en la paralización de estos diez días la planta ha dejado de producir, en aproximado, 200 millones de arepas.
“Nuestra solución era vender una harina que es un 70% más económica que la harina que el gobierno está importando. El gobierno se ha dado a la tarea de privilegiar lo hecho afuera y no lo hecho en Venezuela y más en estos meses de mayor consumo para hacer nuestras tradicionales hallacas”, aseguró Acosta.
El llamado de los trabajadores es que el gobierno revise los acuerdos o proponga una solución para que el poco maíz que queda pueda ser arrimado a sus instalaciones. Acosta informó que para este año Venezuela tuvo una de las cosechas más pobres de maíz blanco y que el gobierno no importará más materia prima hasta finales de enero, es decir, Empresas Polar, depende del poco maíz que esté disponible.
En ese mismo orden de ideas, Carlos Paparoni diputado ante la Asamblea Nacional y presidente de la comisión especial que estudia la crisis agroalimentaria en Venezuela, considera alarmante que el gobierno apoye el modelo de la importación.
“El gobierno prefiere vender una harina de maíz importada en 2.500 bolívares en vez de apoyar a los trabajadores y productores venezolanos. Estamos viendo dos modelos de país: el que apuesta que lo importado es el negocio que solucionará la situación del país y los que creemos en lo hecho en Venezuela”.
Paparoni indicó que al trabajo de cada venezolano se le debe dar su espacio y su sitio digno. “Cada día que Empresas Polar este paralizada es un día más con hambre, un día más de venezolanos que buscan alimentos en las basuras y dejan de comer y un día más de esos 318 mil niños que no están yendo a clases por falta de comida”.