El presidente boliviano Evo Morales declaró el lunes la emergencia nacional por la escasez de agua causada por una prolongada sequía y llamó a estar preparados para una contingencia mayor.
Tras presidir un gabinete de emergencia el mandatario dijo que el gobierno nacional y los alcaldes están autorizados a priorizar recursos estatales para atender la situación.
«Hay que estar preparados para lo peor», señaló en rueda de prensa una semana después de que la administradora estatal de agua en La Paz anunciara drásticos cortes en el suministro debido a que los embalses que surten a la ciudad están casi secos.
Los cortes se intensificaron desde el domingo y se extendieron a la vecina ciudad de El Alto. La emergencia abarca a gran parte de La Paz. Los barrios más afectados recibirán agua tres horas cada tres días, según un nuevo plan. El gobierno anunció que también habrá más camiones cisternas distribuyendo agua.
La Paz y otras ciudades del occidente se abastecen de embalses que han quedado casi secos por el fenómeno climático El Niño, que diezmó cosechas y afectó al ganado.
El servicio de meteorología anticipó que no se esperan lluvias hasta los primeros días de diciembre.