“El tenis de mesa es mi vida, nací para esto”, así describe el larense Tony Giannini su amor por el deporte, en el que se ha convertido en una referencia no solo en el estado Lara, sino a nivel nacional e internacional.
En su carrera de más de 20 años el crepuscular ha logrado ser uno de los pocos jugadores que ha levantado el campeonato todas las categorías en nuestro país, además fue el encargado de conseguir el punto con el que Venezuela conquistó el primer oro centroamericano de su historia en los juegos de El Salvador 2001.
El Gimnasio Pablo Rojas Mesa se ha convertido en la casa del tenismesista, quien comparte su vida entre su familia, el trabajo y el deporte. Su historia comienza en el año de 1984 cuando una exhibición de tenis de mesa cambió su amor por el bate y la pelota.
Giro inesperado
Como la mayoría de los niños en nuestro país, Giannini comenzó su carrera deportiva en un diamante, es su caso en la escuela de béisbol menor de Cardenales de Lara al oeste de Barquisimeto, donde daba sus primeros pasos a nivel deportivo.
“Comencé en la escuela de Cardenales, me gustaba el béisbol además practicaba natación pero en una exhibición de tenis de mesa tomé una raqueta, jugué y al finalizar Elisaúl González me dijo tu vas a ser bueno en este deporte y de ahí en adelante me atrapó”, comenta Giannini.
Tres meses después de iniciarse en el tenis de mesa el barquisimetano logró un subcampeonato en Valencia y cuatro meses después era parte de la selección del estado Lara en un nacional de la especialidad, evento en el que ocupó la segunda plaza.
“No imaginé que me fuese a quedar en esta disciplina, pero cuando jugaba me sentía bien y salían las victorias los campeonatos y bueno tomé en serio la práctica del tenis de mesa que se ha convertido en mi vida”, señala el crepuscular.
Primer llamado
Colocarse la camisa de Venezuela es lo más grande para cualquier deportista, significa una gran responsabilidad porque representas a todo un país, es algo que no tiene comparación señala el ahora miembro de la selección nacional máster.
“Cuando uno se pone la vinotinto no hay palabras que describan ese momento, hay presión, hay emoción, pero vale la pena. Es una responsabilidad enorme pero la asumes con todas tus fuerzas”, añade Giannini.
El raqueta barquisimetano comenta que en su primer llamado a la selección de Venezuela casi lo dejan por fuera, lo que lo motivó a ser un mejor atleta.
“En mi primer llamado con Venezuela llegué directo al aeropuerto y ya estaba ahí otro jugador para ir en mi lugar. Después de eso demostré en cada competencia de lo que estoy hecho y más nunca me dejaron por fuera, siempre era el primero en estar en el aeropuerto” menciona entre risas.
Punto de gloria
Entre los momentos más gratificantes que ha tenido en su carrera Gianinni de inmediato comenta que el título por equipos en los Centroamericanos del 2001, es algo que jamás va a olvidar. “Nunca olvidaré el juego por el oro en los Centroamericanos de El Salvador. Me tocó definir y conseguí la victoria, no lo creía, grité, tiré la raqueta, lloré y hasta ahora es el mejor momento en mi carrera como deportista” adiciona entre risas el raqueta larense.
La historia de Tony Giannini en el deporte del tenis de mesa sigue en aumento con cada participación del larense en competencias nacionales e internacionales en las que siempre deja el corazón en cada punto.