La economía venezolana atraviesa la mayor contracción de toda su historia, las perspectivas para 2017 son negativas y cualquier mejora depende, sin duda alguna, de un cambio político.
Al venezolano solo le resta sortear los desafíos para seguir sobreviviendo, sin mencionar que un giro de 180 grados, gradual o inmediato, traería consigo ineludibles efectos colaterales, lo cierto es que todo pasa por la coyuntura política, que también es bastante compleja, así quedó planteado en el Reto Empresarial 2016, efectuado en Lidotel Barquisimeto, donde varios expertos desenmarañaron la realidad del país.
En esta novena edición el periodista especializado en Economía, Víctor Salmerón, colaborador de Prodavinci y Quinto Día, expuso que 283 empresas del sector alimentos produjeron 23 % menos que en 2013.
Subrayó que es tal el deterioro del sistema de precios que prácticamente el Estado se quedó sin divisas para importar alimentos e insumos, con muy pocas posibilidades de que este panorama se revierta a corto plazo, aunado a la acelerada y galopante inflación. La crisis económica impactó a las aseguradoras y a la banca, amén de la maraña militar y el primitivismo que hoy día nos coloca en una calle ciega.
“El Banco Central de Venezuela culpa a Dólar Today de la exacerbada inflación, es decir, tiene más influencia esta página web que el propio BCV. Esto demuestra la profunda destrucción de la economía. El BCV perdió credibilidad”.
Salmerón reiteró que Venezuela transita por una calle ciega y dar la vuelta en U exige un cambio político. Desmontar los controles tendrá sus secuelas pero no hacerlo nos llevaría a convivir con una inflación permanentemente alta, asimismo, obtener divisas se traduce en producir y por ende, importar muchísimo.
“Estos son temas que la oposición no aborda. No dice cómo hará las cosas”.
Recesión histórica
Por su parte, la economista Bárbara Lira, asociada a la firma ODH Grupo Consultor, basó su ponencia en los Desafíos para la competitividad en 2017 no sin antes tratar la magnitud de la crisis económica, que calificó como la peor de toda la historia contemporánea de Venezuela. Las estadísticas revelan la mayor recesión y crisis económica, que devino en deterioro del sector externo, reducción de las importaciones, escasez, inflación, régimen cambiario ineficiente y riesgo de todas las actividades económicas.
“La crisis es sistémica, resultado del modelo de gestión de políticas públicas, sumado a la caída de los precios del petróleo. Esta crisis hizo que Venezuela acumulara para 2016 doce trimestres consecutivos de caída, la más larga y profunda de la historia. Para 2017 estimamos una contracción acumulada de 22 %”.
La especialista en el área energética apuntó que la exportación de petróleo cayó de 97.877 millones de dólares en 2012 a 37.357 millones de dólares en 2015.
“No se pudo aprovechar la leve recuperación de los precios del petróleo que hubo en 2012 porque la producción ya esaba contraída. No hay cifras oficiales pero estimamos que para 2017 tendremos que vivir con un tercio de lo que se importaba”.
Lira expone que las divisas se asignan por medio de un sistema nada transparente, se desconoce por qué en lugar de traer materia prima se importa el producto final. 90% de las divisas se asignan al tipo de cambio DIPRO, eso representa un costo enorme para el Estado.
Sin cifras oficiales, inflación, crecimiento acelerado de la liquidez monetaria, escasez del 60 % y 80 % para algunos rubros, entre otros, la capacidad para producir está en permanente riesgo.
No se genera ni puestos de trabajo ni capacidad productiva porque la capacidad instalada es apenas de 35 %, una inmensa mayoría de plantas no se utilizan.
Los impactos son para todo el mundo: las empresas no tienen certidumbre para planificarse, el gobierno experimenta un deterioro político y creciente dificultad para adoptar medidas económicas, atraviesa un dilema entre ajustar gradualmente o a corto plazo. El impacto para la población es el aumento de la pobreza, que según Encovi 2015 se trata de un 75 % que no puede cubrir la canasta básica.
¿Qué hace el Gobierno?
Contrae las importaciones, ajusta el sistema cambiario, ajusta los precios de la gasolina, ajusta los precios de los productos regulados, aumenta el salario mínimo y el bono de alimentación, amenaza al sector privado y disminuye el gasto público.
“Estas medidas no logran impulsar la producción y son contractivas, se toman en el marco de una situación petrolera pero no se aborda el problema de fondo, no se produce un cambio institucional y las decisiones son muy lentas y a corto plazo, son medidas para sobrevivir una semana y no los próximos veinte años”.
Agregó Lira que la intervención a la propiedad privada más el control de precios y control de cambios, sumado a los controles burocráticos, devino en distorsiones cambiarias, se privilegiaron las importaciones, surgieron los mercados negros y se crearon oportunidades para el arbitraje y la corrupción.
El boom petrolero nos trajo hasta aquí, enfatizó la especialista. Cantidades de recursos se usaron de manera discrecional por lo cual en 2014 se gastó el doble de lo previsto.
Para 2017 no queda otra salida que producir petróleo, que ha caído en 230 mil barriles.
Según el Banco Mundial Venezuela es la cuarta peor economía para hacer negocios en el mundo y la peor de la región. Abrir un negocio en Venezuela puede tomar 230 días, el más lento del mundo, mientras que en Singapur toma un día. Venezuela es la novena economía menos competitiva del mundo.
El difícil acceso a la materia prima y la incertidumbre política y económica supone para los industriales que la realidad económica empeorará en el futuro.
Lira recomienda apuntar al crecimiento sostenido, que requiere compromiso de largo plazo por parte del liderazgo político.
“Estamos estancados desde hace 40 años en términos de bienestar. O seguimos como vamos o tomamos una dirección diferente que al principio traerá consecuencias o medidas parciales que subirán la inflación para luego transitar la senda de la estabilidad. Lo que sí me da terror es que de pronto vuelva a subir el petróleo y volvamos a hacer lo mismo. La reforma tiene que ser verdadera e integral, progresiva o inmediata pero profunda y sostenible a largo plazo”, concluyó.
Crisis de legitimidad
En Venezuela se instaló una demanda de cambio político desde 2015, expresó el politólogo John Magdaleno, MSc en Ciencias Políticas.
A propósito de su conferencia Perspectivas del cambio en Venezuela analizó el contexto socioeconómico producto de la recesión económica, la caída de las importaciones por falta de divisas, la escasez, inflación, costo de la canasta alimentaria, empobrecimiento, entre otras variables.
“La gran lección es que es mucho más fácil hacer política con plata que sin plata. Si hay recursos hay altos niveles de aprobación”.
Magdaleno se refirió a distintos datos, entre estos que 92 % de la gente afirma que la situación del país es negativa, 86 % compra mucho menos alimentos que de costumbre, en junio de 2016 al menos 61% comía entre 1 y 2 veces al día. 2015 cerró con 28 mil homicidios. Respecto a la aprobación de gestión de Maduro, 79 % desaprueba al Presidente de la República. Hay una reducción significativa de los respaldos del chavismo.
El politólogo indica que pese al descenso de las protestas el promedio es de 585 al mes. En 2016 en promedio se registran 69 saqueos por mes.
“Todas estas expresiones de malestar indican que sí está pasando algo. Son “caracazos” a cuenta gotas. La presión social va en aumento porque 3 de cada 10 personas están dispuestos a marchar, protestar o manifestar su descontento. Hay un potencial que ejerce presión sobre el Gobierno”.
El especialista en Análisis de Datos opina que la oposición no libra una tarea fácil. Al tiempo que la Asamblea Nacional se enfrenta al TSJ, CNE, Fiscalía, Contraloría y Defensoría.
La oposición identificó el mecanismo para salir del Gobierno a través del revocatorio por tanto que 70 % de la población esperaba salir de Maduro y 2 de cada 10 chavistas estaba de acuerdo.
La suspensión de la recolección del 20 % no fue fortuita. Si se alcanzaba el 20 % por estados el gobierno quedaría en evidencia, cualquier manipulación hubiese sido impresentable.
El Gobierno también tiene en contra que 69 % desaprueba la gestión del CNE y 64 % la gestión de la FAN.
“La disputa es con la mayoría de la población que quiere cambio en el corto plazo, sin mencionar la presión internacional que tiene el Gobierno en estos momentos. Todo lo que está pasando se resume en una crisis de legitimidad por lo tanto la macroeconomía está servida para el cambio, lo que falta es que el Gobierno acepte las reglas del juego”.
El docente universitario añade que en el país no hay democracia desde 2009 y menos ahora cuando no hay certidumbre sobre cuándo se efectuarán las elecciones, no hay garantía de la institución democrática porque se intervino la médula del proceso democrático. Esto es sinónimo de un autoritarismo competitivo, un régimen híbrido porque la democracia se ha vaciado de contenido
La Venezuela saudita desapareció
Finalmente, el economista José Manuel Puente, durante su intervención La economía venezolana en tiempo de crisis, resumió que en 17 años de gobierno chavista la economía venezolana pasó del boom petrolero al desequilibrio y de allí al colapso, solo resta la etapa de ajuste.
Tenemos tres años consecutivos de recesión y vienen dos o tres años más dados la caída de la producción petrolera y los precios del petróleo. La Venezuela saudita desapareció. Las probabilidades de que la economía crezca son muy bajas.
Solo un ajuste macroeconómico recuperaría el crecimiento progresivo de la economía.
“La inflación en Venezuela superó cuatro veces la de Ucrania, siete veces la de Suán y nueve veces la de Yemen. El país vive un período de alta y persistente inflación. Esta crisis es la oportunidad de deslastrase de la renta petrolera”.
Puente, profesor del IESA, especifica que más allá de la caída de la producción petrolera el modelo adoptado por el Gobierno colapsó producto de los controles.
Precisa que hay un sabotaje del Gobierno contra el país. Los que están peor son los más humildes porque su salario se evaporó. Se trata del salario mínimo más bajo de los últimos 30 años, menos de $ 30 al mes. Más del 70 % de la población está en la pobreza porque no tiene acceso a la canasta normativa.
Transición en riesgo
“La MUD se enfrenta a un régimen que no acepta ni cumple reglas del juego, sin embargo, las críticas al chavismo son cada vez mayores, el régimen tampoco evita el creciente malestar y se incrementan las movilizaciones políticas. Ante todo esto vino el “time” del diálogo. Marchar a Miraflores implicaba que el Gobierno se tenía que defender. Fue un error de la MUD convocar esa manifestación. Fue una torpeza porque se advirtió al enemigo”, aduce el politólogo John Magdaleno.
A juicio del director de la firma Polity, el cambio no se logrará de la noche a la mañana, probablemente en el término de dos años, cuando la oposición se alce con diferentes alcaldías y gobernaciones, claro, será crucial la legitimidad de los partidos políticos, cuestionada por el CNE.
“Si la oposición no logra una cohesión pondrá en riesgo la transición. El diálogo debía ir acompañado de presión social racional, el problema no es tanto la mesa de diálogo, sino que se entusiasma la calle para luego meterla en un congelador”.