La historia mundial del siglo XX y lo que llevamos del XXI “confirma” esta realidad. “Ningún gobierno militar golpista, ningún gobierno fascista, ningún gobierno comunista entrega el poder por las buenas”. Vea la opinión de Lenin, político teórico marxista ruso:
“Los líderes que siendo lobos, con tal de lograr sus objetivos para abatirlos, se disfrazan de corderos”. “Nosotros dialogamos con los enemigos que hemos jurado destruir, solamente cuando carecemos de la fuerza necesaria para abatirlos. Por medio del diálogo, alcanzamos aquellos objetivos a corto y mediano plazo para ganar tiempo, y cuando efectivamente seamos más fuertes, entonces tomamos sin contemplaciones lo que queremos y sin que nos conmueva las declaraciones y apelaciones de los enemigos venidos a menos”.
Oí y escuché con tranquilidad las lecturas del representante del Vaticano: Carlos Ma. Celli, de Jorge Rodríguez por el gobierno y de Carlos Ocariz por la oposición. Ese mismo domingo 13 de octubre, momentos después de los “acuerdos” se burló del diálogo.
Para Maduro y sus cómplices:
1. El diálogo no es la forma de dirimir las diferencias.
2. El diálogo solamente es una acción “retardatriz” que les permita ganar tiempo, reacomodar fuerzas y destruir al enemigo oposición.
3. Saben que obligarán a la MUD a levantarse de la mesa de diálogo como dijo el día antes el siquiatra del régimen, como quien se ve al espejo, y la acusarán de fascista y terrorista.
4. Saben que si dejan con los crespos hechos al enviado del Vaticano el Papa Francisco no retirará al nuncio apostólico. No les quita el sueño la excomunión por estafar, mentir y embaucar a Su Santidad y no temen la invasión de la Guardia Suiza Pontificia.
Analicemos los comentarios de Maduroen ese programa hegemónico del domingo 13:
5. Descartó en el diálogo con la oposición se vaya a negociar un anticipo de elecciones o la reactivación de un referendo revocatorio de su mandato.
6. Descartó: “¿Salida electoral? ¿Salida para dónde… Que nadie se obsesione con procesos electorales que no están en la Constitución”. Maduro si Ud. sabe leer, le pedimos la inmensa mayoría de venezolanos que lea los artículos 2, 5, 7, 62 y 77. CNE-TSJ y Ud. los violan.
7. Ironizó sobre la declaración de Carlos Ocariz. “La MUD continuará en la mesa hasta lograr salida electoral: elecciones nacionales: gobernadores y referendo revocatorio para resolver la crisis política y económica”.
8. Como para dar la cara ante sus chavistas engañados espetó: “Me alegra mucho que la MUD vaya a continuar en la mesa de diálogo hasta diciembre de 2018”. Esto es lo que Ud. y sus cómplices desean: “destruir más a Venezuela”.
9. Enfatizó que “su gobierno no va al diálogo como una “rendición”. “Está todo escrito, acordado por las partes, ¿por qué salen después a decir lo contrario?”, cuestionó Maduro. Le invito a Ud, mi lector, a buscar en esos tres documentos y verá que “mintió”.
10. Según el comunicado leído por el enviado del Vaticano, Carlos María Celli, gobierno y oposición se plantearon la “superación” del desacato de la mayoría opositora en el Parlamento, declarado por la injusticia de la Sala Electoral del TSJ sin haber definido el CNE (primera instancia) la petición del chavismo.
11. Maduro llamó al Parlamento –al que no reconoce que el soberano le dio el poder de hacer leyes y controlar a los gobernantes- a “desincorporar” a los tres asambleístas del estado Amazonas y “cumplir” las sentencias del TSJ con esta bravuconería: “Si el poder electoral dice: ‘el próximo domingo son las elecciones en Amazonas’, vamos a elecciones”.
Lo que exigió la MUD+OposiciónLa MUD se había comprometido a sentarse a dialogar cuando se realizase el Referendo Revocatorio en 2016. Acudió al diálogo a sabiendas de que todo lo que dijo Lenin ocurriría y si creyeron que con la presencia del Vaticano produciría transformaciones que permitiría activar las elecciones, liberar a todos los presos políticos y lo que Carlos Ocariz leyó, cometieron el error de “desmovilizar la calle, detener el juicio político en la AN(solicitado dos días después por el TSJ) y retrasar el diálogo 24 días hasta el 6 diciembre. Ese mismo domingo Maduro se burló del diálogo.