Un juez federal sopesaba el viernes el pedido más reciente del presidente electo Donald Trump, para que aplace un juicio civil por fraude —en el que está involucrada su Trump University— hasta después de su juramentación, el 20 de enero.
En documentos presentados en corte la semana pasada, los abogados de Trump alegaron que las preparaciones para ocupar la Casa Blanca eran «críticas y consumían todo el tiempo» de su cliente.
Hace seis meses, cuando trataron infructuosamente de aplazar el juicio hasta después de la juramentación, el abogado principal Daniel Petrocelli dijo que el período entre la elección y la juramentación es bastante ocupado para un presidente electo, pero que era preferible a un juicio durante la campaña.
«La tarea es crucial, bastante compleja, y requiere una cuidadosa coordinación que involucra los equipos de ambos presidentes (Obama) y el presidente electo Trump», escribieron los abogados de Trump. «En menos de tres meses, el presidente electo debe de estar preparado para administrar 15 departamentos ejecutivos, más de 100 agencias federales, dos millones de empleados civiles y un presupuesto de casi 4.000 billones de dólares», agregó.
Los abogados de Trump también indicaron la posibilidad de que el presidente electo testifique a través de video grabado antes del inicio del juicio, el 28 de noviembre.
El juez federal de distrito Gonzalo Curiel está ansioso de comenzar el caso que comenzó hace seis años y medio. Curiel no dio indicios de estar inclinado a aprobar un aplazamiento de la demanda colectiva durante una audiencia la semana pasada.
Exalumnos de Trump University alegan que esa empresa no cumplió su promesa de enseñarles cómo tener éxito en el negocio de los bienes raíces a pesar de inscribirse en cursos que costaban hasta 35.000 dólares, engañándolos al anunciarse como universidad cuando no era un centro superior acreditado y al decir que Trump había escogido personalmente a los instructores. Trump ha negado los alegatos.
Los abogados de los demandantes se oponen a un aplazamiento, alegando que uno de los tres demandantes, Sonny Low, tiene problemas médicos y que tendrá 75 años cuando el juicio comience. Argumentan que un aplazamiento sería «una bola de nieve» porque el calendario de Trump estará más complicado y será más impredecible.
«Este juicio está atrasado, al igual que las tarjetas de crédito de los estudiantes-víctimas de la Trump University», escribieron los abogados defensores en documentos presentados en las cortes.
Trump enfrenta dos demandas similares por la Trump University, una en Nueva York y otra demanda colectiva en San Diego.