El presidente Barack Obama inició el jueves una reunión con la canciller alemana Angela Merkel, en su sexta y última visita al país europeo como presidente.
Los mandatarios ocuparon lados opuestos de una mesa larga, junto con sus principales asesores en política exterior. Obama estaba acompañado por su asesora en seguridad nacional, Susan Rice.
Obama y Merkel no hicieron declaraciones a la prensa antes de la reunión, pero preveían realizar una conferencia de prensa después.
La revista alemana de noticias Der Spiegel dijo que Obama elogió a Merkel como una persona «dispuesta a luchar por sus valores». En una entrevista a la que también asistió la televisora pública ARD, Obama dijo que «los alemanes deberían estar agradecidos» a Merkel.
Por otra parte, advirtió que no se debe subestimar las consecuencias de la globalización.
«Si la economía global no responde a la gente que se siente marginada, si la desigualdad sigue aumentando, veremos cómo se agrandan las divisiones en los países industriales».
Der Spiegel y ARD difundieron pasajes de la entrevista, que será emitida íntegramente por la noche.
Obama arribó el miércoles por la noche desde Grecia. Goza de gran popularidad en Alemania incluso desde antes de su elección y en sus ocho años en funciones ha ayudado a disipar los sentimientos antiestadounidenses provocados por la guerra de Irak y otras políticas de su antecesor George W. Bush.
La canciller Angela Merkel cenó con Obama el miércoles por la noche en su hotel y preveía mantener conversaciones con él en las próximas horas. La zona céntrica en torno de la cancillería y el hotel donde se aloja Obama estaba estrechamente vigilada, con 2.400 policíass en diversos retenes.
En Berlín, Obama se reunirá el viernes con los mandatarios de Francia, Italia, España y Gran Bretaña. Se prevé que hablará sobre la elección de Trump y el rumbo que podría tomar Estados Unidos en los próximos cuatro años.