“Unos hombres armados se metieron en la casa del señor de la esquina”, dijo exaltado un obrero a una de las vecinas de la vereda 2 entre calles 2 y 3 del sector La Ceiba Norte de Quíbor, municipio Jiménez.
La doña se llevó las manos a la cabeza, pues sabía que en esa vivienda habitaba una dama con 4 meses de embarazo y su pequeña niña de 8 años. Salió desesperada corriendo a la calle para alertar a todos los vecinos. “Por cosas de Dios, venía pasando una patrulla de la petejota y me le tire al carro, les dije lo que pasaba”, revela la señora quien no quiso identificarse por temor a represalias.
El suceso fue a las 7:30 de la mañana del miércoles. Los vecinos comentan que vieron a tres hombres sentados en la plaza de La Ceiba, algunos cargaban consigo unos koalas y bolsos. “Estaban como esperando algo”, indicaban pero no los tomaron en cuenta.
A los pocos minutos llegaron dos obreros a la casa de la esquina en donde están haciendo unos trabajos de construcción. En el momento en que abrieron la puerta principal, fueron apuntados por tres hombres armados, quienes los sometieron hasta el interior de la vivienda en donde estaba la dama embarazada.
Los delincuentes los ubicaron en un baño de la casa y los amarraron. Los sujetos comenzaron a revisar toda la vivienda, cargando con prendas, electrodomésticos, cauchos y tenían preparada una moto negra de placas AA1G47F. Todo lo que pretendían llevarse era ubicado hacia una de las entradas laterales por los portones de la morada, que funcionan como especie de galpón. No pasaron ni diez minutos de la presencia de los hampones en la casa cuando llegaron al lugar las comisiones del Cicpc, de la Subdelegación de Quíbor.
Los sabuesos comenzaron a visualizar la zona, se ubicaron de forma estratégica y comenzaron a tratar de mediar con los delincuentes. “Entréguense, están rodeados” eran las palabras de los funcionarios, pero no había respuestas. “Salgan con las manos en alto. Entréguense”, repitieron una y otra vez, comentaban los vecinos.
Por más de una hora duró la mediación, pero los delincuentes no quisieron nada, reveló una fuente del cuerpo detectivesco, quien aseguró que los maleantes amenazaban con acabar con la vida de las tres personas que quedaron como rehenes dentro de la vivienda.
Luego de esa hora los hampones, quienes no estaban dispuestos a rendirse ni entregarse, comenzaron a disparar hacia la comisión. “Aún así continuamos mediando, pero ellos seguían amenazando con matar a los rehenes. Comenzaron a disparar de forma más seguida y tuvimos que repeler la acción. Nuestro objetivo era rescatar a quienes allí estaban”, relata el uniformado que participó en el operativo.
Tres sujetos resultaron heridos. Cuando los uniformados observaron que neutralizaron a los hampones sacaron a los dos obreros y la dama quien salió con una crisis nerviosa de la vivienda y se desmayó. De inmediato la mujer con cuatro meses de gestación fue trasladada a una clínica y los tres sujetos heridos hasta el Hospital Baudilio Lara, donde fallecieron al poco tiempo de haber ingresado.
Iban a robar
Los funcionarios presumen que una cuarta persona se encuentra involucrada, que se movilizaría en algún carro, a quien esperarían una vez que estos cargaran con el botín de la vivienda.
Los vecinos manifiestan que La Ceiba se ha puesto bastante peligrosa. Aseguran que los robos a mano armada se ven a diario, también se meten a las viviendas y secuestran a sus residentes, pero dicha situación ha aumentado desde hace tres meses.
“La pareja tiene nueve meses viviendo allí, son buenas personas”, comentan los residentes de la zona, quienes a la vez dieron gracias a Dios que la niña no se encontraba, ni tampoco estaba el esposo de la dama, quien es el encargado de una hacienda de cebolla.
Identificados
Dentro de la vivienda fueron colectados dos revólveres calibre 38 y una escopeta con la que los sujetos hicieron frente a la comisión del Cicpc de Quíbor.
Asimismo fueron identificados los abatidos como: Leonardo Pascual Carrasco González (28), Deivi Josué Montilla Amalla y Efraín Aontonio Morillo Hernán (31), aparentemente no poseen registros policiales y según la página del Consejo Nacional Electoral (CNE) el primero de ellos reside en Palavecino, mientras el último en la parroquia Juan de Villegas.
Los funcionarios trabajan para saber la identidad del cómplice que los trasladaría o buscaría en la zona.