La victoria de Donald Trump en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos ha dado un nuevo impulso a los líderes conservadores en lo que se cree será la próxima batalla del populismo: Francia. La líder de ultraderecha Marine Le Pen está convencida de que su postura antiinmigración y contra el islam puede llevarla a la presidencia en cinco meses.
El expresidente Nicolas Sarkozy, que aspira a recuperar su antiguo trabajo, dijo el martes en un mitin en Niza que el triunfo de Trump demuestra que los políticos deben escuchar «la cólera de la gente».
«¿El señor Trump quiere defender los intereses estadounidenses? Bien, yo quiero defender los intereses de Francia y los de Europa. Si los estadounidenses se lo permiten, ¿por qué deberíamos nosotros rechazar eso para Francia?», manifestó Sarkozy.
En las dos rondas de primarias en su partido, que arrancan el domingo, Sarkozy enfrenta una dura competencia. Las encuestas lo sitúan repetidamente por detrás del exprimer ministro Alain Juppe.
Otro aspirante con opciones, el exprimer ministro François Fillon, está ganando popularidad al presentarse como la alternativa a Sarkozy.
Lucas Moulin, un seguidor de Sarkozy de 19 años que acudió a su mitin en Niza, dijo a The Associated Press que la victoria de Trump puede dar «fuerza y confianza en la opinión pública» a su candidato preferido.
«Él se presenta como un candidato antisistema, con un discurso contra las élites, como Trump, que ganó», explicó Moulin.
Sarkozy está haciendo campaña sobre algunos de los temas preferidos de Le Pen, como fuertes medidas antimigratorias y de seguridad, con la esperanza de atraer a votantes de ultraderecha.
Le Pen, que no tendrá que pasar por un proceso de primarias, abrirá su campaña para las elecciones de abril-mayo del año próximo el miércoles en un barrio acomodado de París.
Trump «hace posible lo que se presentó como completamente imposible», dijo Le Pen en una entrevista con la televisora británica BBC el domingo.
Las últimas encuestas sugieren que podría alcanzar el balotaje en la contienda presidencial en 2017. Pero esos sondeos indican también que en la última ronda perdería frente a quienquiera que fuese su rival, ya sea de la izquierda o la derecha.
Preguntado sobre las posibilidades de Le Pen de ganar los comicios el año que viene, el analista político francés Dominique Moisi dijo a la AP que «yo sería, y creo que la mayoría de la gente lo está siendo ahora, mucho, mucho más prudente que antes. Quiero decir: nos equivocamos dos veces antes», señaló en referencia al resultado del Brexit y la elección de Trump. «No queremos equivocarnos una tercera vez «.
Según Moisi, el «efecto antiTrump» podría influir también en las primarias conservadoras. Si ocurre, Juppe podría beneficiarse de los votos de quienes temen a Le Pen y consideran que él es el mejor situado para derrotarla.
«Obviamente, no sabemos qué va a pasar el próximo domingo» en las votaciones del partido conservador, agregó Moisi.
«Es difícil para Sarkozy reivindicar que él es candidato contrario al sistema», apuntó. «Durante cinco años fue el presidente de Francia, estaba sentado en el Palacio del Elíseo. Tuvo todo el poder en sus manos, pero eso es lo que está intentando hacer».
Juppe, por su parte, intenta jugar sus cartas diciendo que apuesta por la verdad, la gravedad y el sentido de la responsabilidad frente al populismo. Afirma que quiere unir a los votantes de la derecha y el centro en lugar de intentar convencer a los que se han decidido por la ultraderecha.
«No quiero enfrentar a una parte de Francia contra otra, las élites contra el pueblo (…) Ese es un juego político peligroso», manifestó ante miles de partidarios en un acto en París el lunes.
En la izquierda, la situación sigue siendo incierta. El impopular presidente François Hollande no ha dicho todavía si optará a la reelección mientras el Partido Socialista organiza sus primarias para enero. Otros aspirantes de extrema izquierda, ambientalistas e independientes estudian presentarse.
Emmanuel Macron, exministro de Economía de Hollande, anunció su candidatura el miércoles.
Macron, un exbanquero de inversión que nunca ha sido elegido para un cargo público, promueve ideas de libre mercado y denuncia la «vacuidad» del sistema político francés que evita que el país se reforme.
En otros países europeos se espera que los partidos populistas obtengan buenos resultados en las próximas elecciones, como las que se celebrarán en 2017 en Holanda y Alemania. La repetición del balotaje en Austria, el próximo 4 de diciembre, podría llevar al ultraderechista Norbert Hofer, del Partido de la Libertad, al poder.