Pese a las inconformidades no nos podemos levantar de la mesa de diálogo, tenemos fe, tenemos que ser optimistas porque ser pesimistas es inútil es preciso confiar en los actores de la MUD, así lo sostiene Macario González, coordinador regional de la alternativa democrática en el estado Lara.
González añadió que si bien hay descontento en la ciudadanía esto se debe a que resulta imposible complacer a todas las partes por igual.
El dirigente supone que al propio Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) le reclaman haberse sentado con la MUD, coalición que nunca ha sido reconocida por el Gobierno.
“Para nosotros y para mucha gente lo ideal sería que tras la reunión del 11 de noviembre, Maduro no siguiera en Miraflores, pero eso no es realista. La realidad es que el Gobierno representa a una minoría, el problema es que tiene instituciones secuestradas a su favor y tiene armas. Nosotros representamos a una mayoría popular y garantizamos un cambio de gobierno por la vía electoral, constitucional, pacífica y democrática”.
Indicó que el Gobierno, a lo largo de 17 años, es sinónimo de muerte, heridos, perseguidos, presos y exiliados.
“A la ruta que hemos trazado se le están abriendo las posibilidades a través del diálogo”.
-Sin embargo, no se habló de elecciones, ni para este año ni para 2018
-El diálogo es una conquista de la lucha que hemos librado. Como sabemos la arrogancia del Gobierno se redujo al sentarse con personas que no reconocen. En estos diálogos, incluso cuando se discuten los contractos colectivos, los trabajadores siempre terminan inconformes con alguna de las cláusulas. En esta mesa de diálogo pasa igual. Lo ideal es que Maduro ya no esté en Miraflores pero eso no es realista. La estrategia es despejarle el camino a la consulta electoral. Creemos que se lograron avances importantes. Ahora la MUD tiene que defender el cumplimiento de los acuerdos ante la sospecha que tiene el pueblo sobre que el Gobierno se burlará de lo establecido. Todo esto depende del Vaticano, Unasur, los expresidentes y la MUD en la calle.
-¿No cree que las mesas de diálogo se realizan con muchos días de por medio?
-Tengo entendido que las reuniones continúan a partir de hoy (ayer) entre las comisiones, las cuales retornan a la mesa el 6 de diciembre, junto a los acompañantes para ver si sacaron la tarea, si las partes cumplieron lo suscrito. Estaremos atentos para que antes del 6 de diciembre se recomponga el CNE, no para que favorezca a la Unidad, sino para que ponga las partes en igualdad de condiciones, sin sorpresas y ventajismo. También esperamos que la AN sea reconocida como el poder más legítimo del país, a fin de que se integren a los tres diputados de Amazonas o se realicen elecciones en esa región. Ojalá eso se haga con el nuevo CNE.
-¿Usted es optimista, cree que las negociaciones avanzarán?
-Ser pesimista es inútil. Lo mejor es vigilar el acuerdo para que se cumpla, sobre todo la apertura del canal humanitario para que entren alimentos y medicinas al país. Aunque el gobierno le ponga el término cooperación es una crisis humanitaria. El 11 de noviembre era la fecha en la cual las partes iban a dar señal de que se puede seguir conversando, si no se hubiese avanzado, la MUD se hubiese levantado pero hay un conjunto de compromisos que le pueden abrir camino a nuestras estrategias, por lo tanto la Unidad seguirá siendo parte de las conversaciones en esta nueva fase, hasta el 6 de diciembre, cuando ya se deben haber materializado resultados del acuerdo suscrito. Más allá de lo que se diga fuera de la mesa de diálogo nuestra representación insistirá en rescatar el revocatorio, elecciones o un cronograma electoral definitivo, ya que vemos que el gobierno pretende no medirse electoralmente más nunca. Hay que renovar gobernaciones, alcaldías, parlamentos estadales y municipales y presidencia de la República.
