Se supone que iba a ser su gran gira de despedida. Ahora el presidente Barack Obama tendrá que usar su próximo viaje al extranjero para calmar a los líderes mundiales que están en shock por el resultado de la elección presidencial de Donald Trump y sus posibles consecuencias.
La inesperada victoria de Trump ha causado punzadas de incertidumbre en Estados Unidos y en todo el mundo. Aunque Obama ha exhortado a la unidad y ha dicho que los estadounidenses deben desearle éxito a Trump, su viaje a Grecia, Alemania y Perú lo obligará a enfrentar preocupaciones mundiales sobre el futuro del liderazgo de Estados Unidos.
«De alguna manera, no hay nada que decir», dijo Heather Conley, catedrática sobre Europa del Centro para Estudios Internacionales y Estratégicos, con sede en Washington.
Conley dijo que el viaje de Obama, planificado cuando parecía claro que Hillary Clinton ganaría, había sido diseñado para reasegurar al mundo que Estados Unidos había retomado su rumbo luego de la tóxica campaña.
«Ahora el presidente tiene la tarea nada envidiable de decir a sus colegas y explicarles lo que los europeos llaman el efecto Trump», dijo Conley.
Durante meses, Obama dio pie a esas preocupaciones al exhortar a los estadounidenses a rechazar a Trump. Al lado del primer ministro de Singapur en agosto, Obama dijo que Trump estaba «tristemente mal preparado» para ser presidente porque carecía de conocimiento básico sobre asuntos en Europa, Asia y el Medio Oriente. Y durante su visita a Japón, Obama dijo que él no era el único líder mundial preocupado por Trump.
«Ellos están nerviosos por él, y con buena razón», dijo Obama en mayo. «Porque muchas de las propuestas que ha presentado muestran ignorancia de asuntos globales, o una disposición desenfada, o interés en sumar tuits y acaparar titulares en vez de pensar qué es lo que se necesita para mantener segura y próspera a Estados Unidos, y lo que se necesita para mantener al mundo estable».
Ahora, Obama debe virar y reasegurar al mundo y otros países que todo estará bien, de alguna manera.
Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional, dijo que el presidente sabe que la elección de Trump será un tema dominante del viaje, pero que enfatizará sus planes hasta que Trump asuma la presidencia. Agregó que Obama argumentará que los principios estadounidenses básicos, como mantener los tratados acordados, históricamente han sobrevivido incluso con los más drásticos cambios de gobierno.