Cardenales de Lara volvió a ser improductivo con el madero y a pesar de la efectividad de sus lanzadores fue derrotado por Tiburones de La Guaira 2-1, que le barrió la serie este fin de semana en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto en la continuación del béisbol venezolano.
Ni por la soberbia actuación del abridor estadounidense de Jhon Kuchno que solo permitió un imparable en cinco episodios, sin boletos y cuatro ponches, el equipo crepuscular pudo dar el batazo que respaldara esta salida, en una pírrica producción de apenas tres imparables, el primero de ellos de Ildemaro Vargas en el tercer inning.
Los primeros cinco tramos fueron un duelo de pitcheo (poco común en la pelota criolla). William Cuevas impecable en cinco episodios en el que solo permitió un imparable y un boleto a Carlos Rivero.
La marcha de Kuchno se tradujo en problemas para los locales en el sexto. El zurdo Ángel Calero permitió sencillo de Ozney Guillén, luego Omar Carrizales fue dominado, para darle paso al relevista Osmer Morales quien toleró doblete de Heiker Meneses que movió al corredor a tercera, tras lo cual dio boleto a Brock Stassi para llenar las almohadillas.
Ante la situación comprometida, Morales sacó a relucir su condición de prospecto cotizado en Estados Unidos al dominar a los calientes José Martínez y Brian Burgamy.
El abridor litoralense (Cuevas) tuvo una situación comprometida en el cierre del sexto, al permitir un imparable de Vargas luego de un out. El picante jugador cardenal se movió con pisa y corre a segunda por un largo elevado de Juniel Querecuto y de inmediato Jesús Montero sonó imparable que trajo la primera al plato, ante un Cuevas que mostraba signo de cansancio. A pesar de eso completó la salida de calidad al retirar a Héctor Giménez.
En el séptimo el brasileño Thiago Da Silva no tuvo mayores complicaciones y mantuvo la mínima diferencia a raya. La ofensiva crepuscular en el cierre de ese episodio siguió con su letargo, a pesar del robo de base de Gustavo Molina, el relevista Juan González sacó el episodio, al obligar a Elvis Escobar a dar un manso elevado al jardín derecho.
Octavo complicado
A pesar de los cambios del mánager Luis Dorante para mejorar la defensa, el equipo del litoral supo hacer daño, con uno fuera, Meneses sonó sencillo, Da Silva mostró descontrol al darles boletos corridos a Stassi y Martínez, para dejar de nuevo las bases llenas.
El relevista estadounidense David Goforth salió al ruedo con intención de apagar esta seria amenaza, pero Burgamy emuló a sus compañeros y mostró paciencia al recibir pasaporte que trajo la del empate y seguir la amenaza. El veterano José Castillo (a cuatro imparable de los 900) hizo el trabajo y con un corto elevado de sacrificio que desnudó las carencias de brazo de Wellington Dotel, pudo traer a Meneses y lograr la ventaja.
Al cerrar ese episodio llegó la lluvia, que retrasó el partido más de una hora. Luego de quitar la lona González y Wander Pérez ampliaron el dominio a los bates crepusculares y en el noveno el dominicano Sammy Gervacio con su peculiar estilo de lanzar sacó en fila a Montero, Manny Piña y Rangel Ravelo.