No siempre estamos de buenas y es normal que alguna vez te levantes con el pié izquierdo o que las cosas no salgan tan bien como esperabas, sin embargo, todo tiene solución y lo más importante es superar estos obstáculos, aprender de cualquier acontecimiento y trabajar por tu felicidad. Según los expertos en bienestar, el primer paso es atreverse a crear un día perfecto ¿Estás dispuesta a asumir el reto?
El día a día de una mujer siempre está lleno de múltiples ocupaciones que van desde atender asuntos en el trabajo, hasta cumplir con quehaceres en el hogar. Ahora, entre tanto ajetreo ¿Te has tomado un espacio para ti? ¿Qué pasa si te regalas un tiempo y lo conviertes en el mejor de todos? Lee las siguientes recomendaciones y prepárate para disfrutar del mejor día de tu vida, sin necesidad de pedírselo a un hada madrina…
Despierta bien temprano
Abrir los ojos a primera hora del día es súper importante. Despertar 15 minutos antes de lo planificado, será suficiente para ducharte con calma, desayunar sentada y de ser el caso, compartir en familia.
El gesto de apagar el despertador o la alarma del celular para que luego vuelva a sonar, no es buena idea, ya que puede afectar de manera indirecta tu estado de ánimo confundiendo el cerebro. Aunado a ello, si te quedas nuevamente dormida, le estás diciendo que reinicie el ciclo de sueño entrando en un estado de reposo o “inercia difusa”, del que tendrás que salir rápidamente y que con regularidad, deja la estela de cansancio.
Además, si es posible dejar la cortina medio abierta para disfrutar de la luz natural, mucho mejor. Los primeros rayos del sol siempre han sido muy buenos para la piel y estimulan la secreción del cortisol, lo que se traduce en un despertar espontáneo y gradual alejado del estrés y la ansiedad.
Lee y alimenta el alma
La gran mayoría de las mujeres suele revisar el celular al despertar con la intención de chequear el correo electrónico, revisar las redes sociales o simplemente conseguir respuesta al mensaje del día anterior. Sin embargo, resulta positivo ir cambiando este hábito por el de una lectura de contenido alegre, positivo o de superación personal, que te permita arrancar el día con mucho ánimo para estar dispuesta a comerte el mundo.
Entendemos que a veces no es fácil mirar el smartphone si lo tienes a la mano, por lo tanto, lo mejor será retirarlo de la cama o de la mesa de noche. De esta manera, serás menos propensa a ser afectada por las ondas electromagnéticas que transmiten estos equipos (especialmente si lo colocas debajo de tu almohada) y estarás desarrollando un gusto particular por el hábito de leer.
Come rico, sabroso y balanceado
El desayuno es la comida más importante del día y como tal, no puede faltar. Claro está, no es obligado que comas apenas despiertes, pero si es necesario alimentarte para comenzar el día con algo nutritivo y balanceado, no sirve solo un café.
En cuanto al almuerzo y a la cena de ese día perfecto, date la oportunidad de comer algo que te guste o que “te haga agua la boca”, sin embargo, ten en cuenta que los alimentos procesados no siempre suelen ser los más apropiados. Mejor opta por aquellos naturales si quieres ser más feliz y te preocupas por la salud, una ensalada es una buena opción acompañada de un rico aderezo.
Recuerda además merendar a media tarde y no dejar de consumir agua. A veces un cerebro cansado es signo de deshidratación, así que consume agua para activar constantemente la puesta en marcha del organismo.
¡Ejercítate!
No hay excusas para no hacer ejercicios, todo cuenta, desde caminar con tu mascota en el parque de la urbanización, hasta entrenar en el gimnasio y combinar la actividad con clases de natación.
Al estar en actividad física liberas endorfinas, refuerzas el sistema inmunológico, previenes enfermedades, aumentas la autoestima y te sientes más fuerte y segura de ti misma. Además, haces nuevos amigos y compartes temas vinculadas a la salud y a la buena alimentación. Siempre habrá alguien con los mismos intereses que tú.
Claro no debes asustarte, tampoco es una camisa de fuerza ni tiene porque ser tan rígida, simplemente lo recomendamos pues creemos que con la práctica de algún deporte o ejercicio, te sentirás mucho más activa y aunque termines cansada, estarás feliz por haberle regalado bienestar a tu cuerpo. Él es tu templo… ¡Aprende a cuidarlo!
Se optimista por encima de todo
Generalmente los primeros momentos del día transcurren entre pensamientos de la jornada laboral o de todos los compromisos pendientes. Llévalo con calma, se optimista y no te desesperes, recuerda que del apuro solo queda el cansancio, así que respira. Hacer por ejemplo tres exhalaciones permitirá que se oxigenen las células y los diferentes órganos del cuerpo, estimulando además al sistema nervioso para que funcione mejor. Ahora ¿Cómo deben ser estas respiraciones? Pues sencillo: lentas, profundas y duraderas.
Con respecto a la agenda, mírala con la seguridad de que todo saldrá tal y como está planificado. Disfruta y vive cada momento, no te preocupes por lo de “ahora”, ve saliendo poco a poco de las cosas y ten presente que pueden ocurrir errores, incidentes o acontecimientos que no están planificados o que no quisiéramos que sucedieran. No somos perfectos ni dueños del mundo, recuérdalo siempre.
Agradece y sonríele al mundo
No hay algo que pueda llenarte más que ser agradecida: con tu familia, con tus amigos, con tu trabajo, con todo lo bueno que te pasa y también con lo no tan bueno. Las personas más felices son también las más agradecidas.
Por otro lado, además de tener ese gesto contigo y con los demás, sonríe siempre que puedas y haz algo distinto como regalarte un masaje, compartir con un ser querido que tengas tiempo sin ver, escuchar música o bailar, ir al cine o escaparte a la playa. De vez en cuando hace falta salir de la rutina entre tantos compromisos o responsabilidades.
Y además, sin juzgarte, abraza siempre que puedas. Los abrazos transmiten alegría, son reconfortantes y hacen las cargas más llevaderas, recuerda que la manera de vincularte con las demás personas la decides tú y si deseas ser recordado con cariño debes marcar la diferencia… ¡Atrévete y comienza hoy!
