La Habana, 12 de noviembre.- El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia anunciaron la firma de un acuerdo modificado de paz en La Habana, luego de que el original fuera rechazado en un plebiscito realizado el 2 de octubre pasado.
«Hemos alcanzado un nuevo Acuerdo Final para la terminación del conflicto armado, que integra cambios, precisiones y aportes de los más diversos sectores de la sociedad y que revisamos uno a uno», según el comunicado conjunto leído por diplomáticos de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.
En el texto, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno invitaron «a toda Colombia y a la comunidad internacional (…) a acompañar y respaldar este nuevo acuerdo, y su pronta implementación para dejar en el pasado la tragedia de la guerra».
El jefe de los negociadores de su gobierno, Humberto de la Calle, y el jefe del equipo negociador por parte de las FARC, Luciano Marín, alias «Iván Márquez, fueron los responsables de firmar el acuerdo con el que se espera poner fin de manera definitiva a más de 50 años de conflictos en el país.
Asimismo, destacaron que «la construcción de una paz estable duradera (…) debe ser el compromiso común de todos los colombianos que contribuya a superar la polarización (en Colombia) y que recoja todas las expresiones políticas y sociales».
«Las reuniones con la delegación de las FARC fueron intensas», dijo De La Calle, quien destacó que «desde hace 15 días y sus noches trabajaron para llegar a este nuevo convenio».
Sobre las modificaciones, De La Calle dijo que había elementos de precisión sobre las sanciones y la aplicación de la justicia a los actores de la guerra, aunque los detalles específicos se darán a conocer más adelante.
«Estamos convencidos de que este acuerdo muestra caminos que son viables y posibles», resaltó el representante del gobierno federal.
De la Calle también explicó que habrá modificaciones al texto en cuestiones de género, y de la misma manera se especificó también que no se afectará a la propiedad privada, uno de los temores principales entre los detractores del primer acuerdo.
Poco antes de que el gobierno y la guerrilla anunciaran su nuevo acuerdo, el expresidente colombiano, Álvaro Uribe se reunió con el presidente Santos, a quien pidió conocer los textos consensuados para expresar sus observaciones.
«He pedido al Presidente de la República que los textos que anuncian de La Habana no tengan alcance definitivo, que sean puestos en conocimiento de los voceros del No y de las víctimas, quienes los estudiarán en breve tiempo y expondrán cualquier observación o solicitud de modificación», dijo Uribe al término del encuentro.
También «he insistido al Presidente de la República en la necesidad de un Acuerdo Nacional sobre la paz, que incluya a las instituciones de justicia», añadió.