La ofensiva de Cardenales de Lara (16-15) volvió a faltarle la producción ofensiva al perder con pizarra de 4-1 ante Tiburones de La Guaira (16-13) en compromiso cumplido en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto.
A la toletería larense, que venía de marcar nueve carreras ante Navegantes del Magallanes en casa la noche anterior, le costó dar el batazo para anotar carreras.
En esta ocasión, Lara dejó seis corredores en bases, a pesar de dar nueve imparables, uno más que los visitantes, pero no fue productivo. El problema de los crepusculares en la primera mitad ha sido batear con corredores en las almohadillas.
Ante la nave turca, un doble y triple en el séptimo episodio con gente en circulación, le dio el lauro a los crepusculares. Pero en esta oportunidad, el cuerpo de pitcheo de los Tiburones, siempre tuvo el lanzamiento para salir del problema.
El derecho Néstor Molina (perdió) realizó una buena labor monticular pero no contó con el apoyo de sus compañeros en ofensiva. El escopetero sobre la base de sus envíos con movimiento logró trabajar por 5.2 tramos en los que apenas le anotaron en dos ocasiones.
Una buena labor del diestro que ha venido de menos a más en la presente temporada con los larenses. El problema de Molina fue un pitcheo noble dejado en la zona de poder de Brian Burgamy que le pescó el pitcheo y le dio un tablazo largo por el bosque derecho. Ese fue el único daño para Molina en su labor monticular.
Mientras, el zurdo Helmis Rodríguez mantuvo a los maderos alados en cero. En el cuarto se complicó pero no dio mayores libertades. El estratega Oswaldo Guillén se lo llevó al inicio del quinto para irse sin decisión.
Rangel Ravelo, importado de los Pájaros Rojos, tuvo una tarde-noche para el olvido y como tercer bate no pudo responder. Se fue en blanco en cuatro turnos y en el octavo tuvo una buena oportunidad para meter en el choque a los locales pero bateo para dobleplay. El antillano había producido como cuarto toletero pero fue colocado en ese lugar desde el viernes y se ha visto incómodo.
Por su parte, Carlos Rivero sigue con problemas con el madero y no ha podido producir como se espera delo barquisimetano. El experimentado Kendy Batista, que llegó en cambio desde los Caribes de Anzoátegui, no las ha tenido todas consigo y fue de nuevo castigado en su trabajo como relevista.
La Guaira con el control
La divisa de los Tiburones picó adelante en parte alta de segundo episodio ante Molina. José “Cafecito” Martínez, uno de los pilares de los escualos, disparó sencillo al comenzar la entrada. Seguidamente, Burgamy la depositó en las gradas del jardín derecho para poner el juego 2-0.
Cardenales intentó responder en el cuarto con una rayita ante Rodríguez. Con dos outs, Jesús Montero y Héctor Giménez dieron imparables consecutivos. Acto seguido, en turno peleado Manuel Piña le dio con fuerza hacia la pradera derecha para impulsar a Montero con la primera del juego. En el octavo, la ofensiva de Tiburones puso cifras definitivas en la pizarra al fabricar dos anotaciones.