París, 12 de noviembre.- Un año después de los atentados del 13 de noviembre, la música volvió a sonar este sábado en el Bataclan, de la mano de Sting, en un concierto de homenaje a las 90 víctimas de los atentados yihadistas, que marca la reapertura de la mítica sala parisina.
«Esta noche, tenemos que conciliar dos deberes: primero recordar a quienes perdieron la vida en el ataque y también celebrar la vida, la música, en este lugar histórico», dijo el cantante en francés antes del inicio del homenaje.
Después del minuto de silencio, el músico entonó la canción «Fragile», seguida de «Message in a Bottle», siempre alentado por el público.
En la sala, con una capacidad de casi 1.500 plazas, se reunieron sobrevivientes y familiares de las víctimas que murieron hace un año. Algunas autoridades también los acompañaron en el concierto. La profunda emoción del momento se cristalizó en las lágrimas de muchos de ellos.
«Esta noche retomo mi vida como era antes. Es un deber, es una obligación estar ahí porque hay 90 personas que ya no pueden venir», dijo antes del concierto Aurélien, uno de los sobrevivientes.
«Es la primera vez en un año que voy a un lugar público. No fui al cine, ni a un concierto. Hacía que me llevaran las compras a domicilio, me quedé todo el tiempo en mi casa», contó este treinteañero, que prefirió no dar sus apellido.