A través de un comunicado público, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció a los enviados del Papa e intermediarios en el diálogo con el Gobierno, que reactivará su agenda de protestas ciudadanas sin desmedro de permanecer en la mesa.
La comunicación dirigida a Monseñor Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela; Emil Paúl Tscherrig, Nuncio Apostólico en Argentina, y Monseñor Claudio Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, expresa el agradecimiento de la oposición venezolana a las buenas intenciones del Santo Padre, pero sostienen que «no hay confianza» en el diálogo.
Texto:
Nosotros, representantes de quince partidos políticos que integramos la Mesa de Unidad Democrática (MUD), opositores al régimen que gobierna nuestro país, hacemos reconocimiento a su presencia en representación del interés de Su Santidad el Papa Francisco, para una solución pacífica a los problemas de nuestra nación, conocidos mundialmente.
Excelencias, acudimos a ustedes, respetuosamente, reiterando nuestra posición ante los “encuentros” que se están haciendo para un posible diálogo entre el gobierno y la oposición.
Junto al pueblo venezolano, estamos a la expectativa en la aceptación del llamado a diálogo como herramienta política a la crisis política que atraviesa Venezuela. Como es del conocimiento de la iglesia y organismos internacionales, la tragedia que se vive en el país, la desnutrición, la aparición de enfermedades ya erradicadas que diezman a la población, el desenfreno de la delincuencia en todas sus formas, con la modalidad de que se han hecho parte funcionarios de organismos de seguridad (…) Los tribunales de justicia no actúan como poder independiente, están subordinados a la presidencia de la república, quien ordena en actos públicos poner presos a dirigentes políticos, estudiantes, abogados defensores de derechos humanos (…).
En este escenario, surge nuevamente la propuesta de un diálogo oposición-gobierno, la misma no es aceptada por los ciudadanos, ya que han sido engañados en otras oportunidades (…) No hay confianza.
Es una realidad la grave crisis de valores y humanitaria que experimentamos en todo el país.
Respetuosamente, proponemos activar el Referendo Revocatorio en el 2016, asumiendo esta herramienta como una alternativa pacífica, democrática, electoral y constitucional.
Reafirmamos que nuestra prioridad es avanzar de manera simultánea entre lo institucional y la calle como medida de presión, para lograr la plena vigencia de la Constitución y la vuelta a la democracia y el verdadero patriotismo del venezolano.
Agradecemos su valiosa intersección en estos tiempos difíciles que hoy vive Venezuela.