“No queda otra alternativa porque no puede haber en Venezuela la continuación de este genocidio que estamos viviendo”, expresó el encargado de la Pastoral de la Salud en la Arquidiócesis de Barquisimeto, el padre Jesús Lárez, al referirse a la escasez de medicinas que afecta tanto a los centros asistenciales del país, como a los asilos que están bajo cuidado religioso.
Durante una rueda de prensa celebrada este miércoles, Lárez informó que lamentablemente varias personas, aunque no lleva cuenta específica, han fallecido en el Pequeño Cottolengo Don Orione y en el Hogar de Niños Impedidos (Honim) producto a la falta de fármacos, primordialmente anticonvulsivos e hipertensivos.
“Rogamos por la apertura de un canal humanitario en Venezuela para que podamos ayudar a las personas que lo requieren”, dijo, luego de exhortar a la ciudadanía para que no permita que venzan medicamentos en sus hogares, sino que estos sean donados a instituciones como las mencionadas.
Asimismo, aclaró que la Iglesia como madre está siendo mediadora en el diálogo para “que se imponga el bien común en la familia venezolana, en busca de la estabilidad nacional”.
Alianza con Médicos Unidos
La rueda de prensa tuvo como finalidad anunciar la alianza entre la Pastoral Social Cáritas de Venezuela y Médicos Unidos (MU), quienes trabajarán en conjunto para que se escuchen las exigencias de la población venezolana, en cuanto a la aceptación de ayuda internacional se refiere.
“En qué mejores manos pudiera estar la ayuda humanitaria que en Cáritas que tiene reconocimiento mundial”, se preguntó Luzmila Leal, vocera de MU.