En un episodio de la undécima temporada, Lisa Simpson llega a la Casa Blanca para enmendar la desastrosa gestión de su predecesor, que resultó ser el nuevo mandatario estadounidense.
Que los chistes de Los Simpson a veces acaban convirtiéndose en realidad quedó patente con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, algo que la televisiva familia había predicho ya hace 16 años.
Fue en el 2000 cuando en el capítulo «Bart to the Future» de la temporada 11, Bart contempla lo que sucederá dentro de 30 años: mientras él es un perdedor, su hermana Lisa llega a la Casa Blanca para enmendar la desastrosa gestión de su predecesor, que resulta ser Donald Trump. Según explicó en marzo pasado el guionista, Dan Greaney, aquello fue «una advertencia para Estados Unidos».
En su opinión, algo así era «el último paso antes de tocar fondo», un síntoma que encajaba con su visión de que el país «se estaba volviendo loco», aseguró a The Hollywood Reporter.
Greaney explicó que necesitaban que Lisa se enfrentara «a problemas más allá de sus capacidades», que todo fuera «de la peor manera posible». Por eso «elegimos que Trump la precediera como presidente».
También el creador de la saga, Matt Groening, contaba recientemente a The Guardian por qué optaron por Trump: «Por supuesto, era el nombre más absurdo y chistoso que se nos ocurrió en aquel momento, y lo sigue siendo».
No es la primera vez que Los Simpson aciertan en sus predicciones. Entre otros, en el episodio de 1997 «The City of New York vs. Homer Simpson» hace referencia a la caída de las Torres Gemelas y, más recientemente, en «You Don’t Have to Live Like a Referee» (2014), adelantaron la goleada de Alemania a Brasil en el Mundial de Fútbol que se realizó en ese mismo año.