Tras una primera reunión en la que se determinó la salida del coach español Iván Déniz, su asistente Ronald Guillén y el preparador físico Marco Ceveró y sin conocerse aún la fecha de inicio de la siguiente Liga Profesional de Baloncesto (LPB), las últimas horas para la gerencia de Guaros de Lara han transcurrido entre lidiar con llamadas telefónicas y estudiar candidatos para sucederles.
Resulta complejo tomar una decisión. Por una parte, el equipo no ha parado de jugar torneos, entre los nacionales (Liga Profesional y Liga Nacional) y los internacionales (Liga de las Américas, Copa Intercontinental y Liga Sudamericana) y en el receso entre uno y otro cambió a su cuerpo técnico, primero para dar fin a un ciclo de tres años con el argentino Néstor “Ché” García y luego para cortar por lo sano con uno de apenas siete juegos oficiales de Déniz.
Por la otra, se desconoce cuándo comenzará la LPB -en la que la meta pendiente es ser campeones- pero se sabe que la siguiente Liga de las Américas se juega en el primer trimestre de 2017. Con una plantilla que incluye a cinco jugadores de selección nacional y una agenda tan exigente, cualquier entrenador que llegue tendría que venir con un contrato garantizado y experiencia comprobada para afrontar dos torneos con oportunidades de tener éxito.
El perfil
“Buscamos a alguien que pueda manejar al grupo, a un equipo del nivel del que tenemos, que tenga pergaminos internacionales y pueda estar al nivel que necesitamos, porque tenemos que cumplir con el rol de campeones defensores en la Liga de las Américas”, explica José David Hernández, adjunto a la presidencia.
“Tiene que ser alguien que pueda jugar ese baloncesto internacional pero también que pueda jugar esta liga (LPB), porque es muy distinto el baloncesto FIBA a lo que se juega en la LPB. Tenemos muchos nombres en estudio, pero no quisiéramos crear ahora falsas expectativas. Hay algunos importantes y otros que tenemos que revisar y tener en cuenta”, agregó.
¿Opciones?
Un posible regreso de Néstor “Ché” García, aún seleccionador de Venezuela, es pregunta obligada pero Hernández no tarda en aclarar que algo así sería “una decisión que habría que discutir” (en junta directiva). Una tercera etapa del oriundo de Bahía Blanca significaría el retorno del más exitoso de todos los estrategas que el equipo ha tenido. Su salida se produjo por no cumplir la meta en la LPB 2015-2016 y ser barrido en semis por Cocodrilos de Caracas.
Al menos otros dos exentrenadores de Guaros, contactados por EL IMPULSO vía telefónica, expresaron que no les disgustaría un regreso al cargo, pero prefieren esperar por un acercamiento oficial para referirse a ello de forma pública. “Me encantaría. Si ellos así lo quieren, saben dónde encontrarme”, afirmó uno de ellos, con experiencia en otros quintetos de la LPB.
“Barquisimeto es como mi casa y siempre estaré disponible. Nadie me ha llamado pero veremos qué sucede”, explicó otro de origen extranjero. Seis agentes, entre nacionales y extranjeros, dijeron a EL IMPULSO que aún no han sido contactados por Guaros para conocer sobre sus representados y su disponibilidad.
El argentino Fernando Duró, ahora al frente del Ciclista Olímpico La Banda, pudo haber sido el coach de Guaros antes de producirse la firma de Déniz y dejó de estar en el mercado. Sus compatriotas Sergio “Oveja” Hernández y Rubén Magnano han sido nombrados de forma repetida en las redes sociales. Uno no estaría muy interesado en venir y el otro podría estar a tan solo unas llamadas de distancia.
Lo mismo aplica para puertorriqueños de larga trayectoria como Julio Toro -ligado a los orígenes de la fundación de la franquicia- o Flor Meléndez.
No es un secreto que en el pasado ha gustado la idea de apostar por un criollo para el cargo y allí nombres con pasado en la franquicia como el de Carl Herrera –solo si dejase su cargo como presidente de Marinos de Anzoátegui- podrían entrar en la conversación.